sábado, 10 de junio de 2017

FALLECE FRANÇOIS HOUTART, TEÓLOGO Y SOCIÓLOGO BELGA.- FRANCOIS HOUTART ES EL ALMA DE LA TIERRA. FRANÇOIS HOUTART, EXTRAORDINARIO SER HUMANO.

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FALLECE FRANÇOIS HOUTART, TEÓLOGO Y SOCIÓLOGO BELGA.UNA VIDA DEDICADA A LA LUCHA POR LA LIBERACIÓN DE LOS PUEBLOS.-SOCIÓLOGO, TROTAMUNDOS INCANSABLE, RECORRE EL MUNDO EN LA BUSQUEDA DE LA JUSTICIA SOCIAL.-

Debemos encontrar un nuevo paradigma de vida frente al paradigma de muerte. El paradigma del BIEN COMÚN DE LA HUMANIDAD” -FRANÇOIS HOUTART Al amanecer del 6 de junio de 2017 acaba de fallecer en Quito Francois Houtart, el teólogo y sociólogo de la liberación de los pueblos. Nació en Bruselas en 1925. Fue ordenado sacerdote en 1949. Licenciado y Doctor en Sociología por la Universidad de Lovaina. Tempranamente surgió como una de las voces para la renovación de la Iglesia. Para la preparación del Concilio Vaticano II, el Presidente de la Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM), Dom Hélder Câmera, le encomienda sistematizar la propuesta de la Iglesia de nuestro Continente para presentarla en la apertura del Concilio. Su voz ha acompañado las luchas de los pueblos desde la década de los 50 del siglo pasado. Ninguna lucha le era extraña. En una misma semana podía estar en Vietnam, en reuniones con el Partido Gobierno, y luego en Siria, para buscar acuerdos de paz. Luego en América Latina podía pasar por las mesas de negociación de las FARC, hablar con el PT sobre la crisis en Brasil. Una conferencia en Argentina, un curso en la Escuela de Formación de los Sin Tierra, una reunión en La Habana. Trotamundos incansable, en búsqueda de la palabra, de las semillas de los de abajo, desde el Sur, portador de la palabra de esperanza desde la ciencia, la reflexión, la teología.
 


Nuestro país tuvo el privilegio de ser elegido como el hogar de residencia de François en estos últimos años. La Fundación Pueblo Indio, fundada por Monseñor Leónidas Proaño, fue su nueva casa. Profesor del Instituto de Altos Estudios (IAEN), docente de la Maestría de Sociología Política de la Universidad Central. Cuando estaba en el país, todos los miércoles se reunía con el Grupo de Pensamiento Alternativo, para informar sus periplos por el mundo, analizar la situación del Ecuador y de América Latina, programar las nuevas solidaridades y debatir sobre las alternativas. Uno de los últimos actos de su vida comprometida fue la participación en el Taller de Pukahuaiko, la sede de la tumba de Proaño, para acordar el nuevo Mandato de la Vida, junto a los pueblos y comunidades indígenas, las comunidades cristianas de base, las organizaciones sociales. La víspera de su muerte, organizó el Acto de solidaridad con el pueblo Tamil de Sri Lanka, para pedir que el Gobierno ecuatoriano, como Presidente de turno del Grupo de los 77, plantee una Investigación Internacional sobre el genocidio del siglo XXI. Fundó con Samir Amín el Centro Tricontinental (CETRI), la Revista “Alternatives Sud” y el Foro Mundial de Alternativas, como tribunas de pensamiento sobre las luchas y las alternativas en el Tercer Mundo. En el 2009, como asesor del Presidente de la ONU, Miguel D’Scoto, inició el trabajo sobre un nuevo paradigma civilizatorio, el Bien Común de la Humanidad, que es su legado teórico-político más importante, en el que trabajó hasta el final de su vida.

Escritor incansable. Publicó alrededor de 70 libros, un promedio de uno anual, además de artículos, ponencias. Casi imposible saber cómo lo hacía. Los títulos muestran el recorrido de su pensamiento: El cambio social en América Latina (1964), Iglesia y Revolución. Religión e Ideología en Sri Lanka. Religión y desarrollo en Asia (1976), Sociología de la religión (1992) El otro Davos (1999), Haití y la mundialización del cultura (2000), Deslegitimar el capitalismo. Reconstruir la esperanza (2005) La ética de la incertidumbre en las ciencias sociales (2006) África codiciada. El desafío pendiente (2007) De los bienes comunes al bien común de la humanidad (2012) El bien común de la humanidad (2013) El camino a la utopía y el bien común de la humanidad (2014) El camino a la utopía desde un mundo de incertidumbre (2015). Acompañó el proceso de los Gobiernos “progresistas”, entre el apoyo vigilante y la crítica serena. Una característica de su pensamiento fue la crítica con la presentación de alternativas. En los últimos dos años la pregunta era sobre el “cierre de ciclo” en América Latina, la crisis y decadencia del capitalismo, y la necesidad de abrir nuevas alternativas. Acabó de escribir el segundo tomo de sus Memorias, que será publicado póstumamente. Allí podremos ver el camino recorrido, sus dudas y esperanzas, su mensaje sobre la comunidad universal, libre y justa, que soñó. Hoy rendimos homenaje a su memoria y recogemos su legado. Fuente Napoleón Saltos Galarza. La Línea de fuego. Pablo Raúl miércoles 7 de junio del 2017.

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FRANCOIS HOUTART ES EL ALMA DE LA TIERRA.
Ha tocado partir a un hombre excepcional.
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Rebelión jueves 8 de junio del 2017.


El talante de François Houtart es el de quienes dejan tanto que su contribución no permite ser valorada de una vez. Habrá momentos y espacios de sobra para atesorar lo que nos deja en ejemplo y en sabiduría. Hoy, con el pesar de saber que ya no le tenemos entre nosotros, nos limitamos a compartir este sentimiento.

Criado en la fe cristiana que le llevó al sacerdocio, su formación sociológica le permitió llegar a la más profunda e integral comprensión del hecho social, a percatarse sin prejuicio de la importancia del descubrimiento marxista y de la necesidad del pensamiento revolucionario, para lograr un mundo de justicia y equidad. Su reflexión y su hacer práctico fueron de una coherencia impecable, y su dedicación y energía le acompañaron sin fallas hasta los instantes finales de su vida física.

No había llegado a los cuarenta años cuando se incorporó –ya con los primeros ecos de una introducción audaz de la sociología en el hermético mundo del pensamiento religioso– a los trabajos del Concilio Vaticano II. Incluso se le reconoce informalmente una importante participación en la redacción de algunos de los documentos conciliares más importantes en el plano social. Los pontífices de la Iglesia Católica posconciliar le han conocido y respetado, compartan o no sus reflexiones. Canónigo de la arquidiócesis de Malinas y catedrático destacado durante muchos años de la Universidad Católica de Lovaina, creó el Centro de Investigaciones Socio-religiosas de Bruselas y la revista Social Compass, de sociología de la religión, pioneros en su tipo. Pero nunca tuvo aspiraciones en la jerarquía eclesiástica ni en las instituciones académicas. Su mayor honor, a lo largo de su prolongada y fructífera existencia fue poner su reflexión y su quehacer al servicio de las causas que sabía y sentía en consonancia con los principios: fue el más incansable defensor de una cultura de vida para la humanidad.

Convirtió al mundo llamado tercero, periférico, subdesarrollado, pobre y dependiente en centro de su motivación e intervenciones sociológicas. Son notables las investigaciones que realizó en la India, Sri Lanka, Vietnam, varios países de África y la América Latina. Sus trabajos le han valido reconocimiento y admiración en todos los países en que los ha desarrollado. Jugó un papel sumamente activo en el impulso de los movimientos sociales a través del Fórum Social Mundial y el Fórum Mundial de Alternativas junto al pensador marxista egipcio Samir Amín. Fundó el Centro Tricontinental (CETRI) en la Universidad de Lovaina la Nueva, junto a su colaboradora la socióloga GenevieveLemercinier, publicó desde 1994 la revistaAlternatives Sud, que dirigió hasta el 2004, para facilitar estas acciones, orientadas siempre a la construcción de un mundo mejor.

Las relaciones de François Houtart con la sociedad cubana, con su comunidad científica e intelectual, con sus instituciones y con figuras políticas y religiosas han sido sistemáticas y de abierta colaboración a lo largo de nuestro escabroso ensayo de construir soberanía y socialismo en la frontera del imperio.

Cuando en el año 2004 la iniciativa de un conjunto de cubanos que, en una u otra medida, habíamos participado ya con él en varias tareas, cobró forma, Carlos Tablada, con el consenso del equipo, le propuso la presidencia de Ruth Casa Editorial, pues apreciábamos los objetivos del proyecto inspirados en ideas, aspiraciones y utopías que eran también las suyas. Houtart la aceptó gustoso, y la ha ejercido en todos estos años con una dedicación que impresiona por su siempre cargada agenda, y con la modestia que le era característica. De hecho, le esperábamos en La Habana el 9 de junio para una semana de trabajo.

Tenemos que despedirnos hoy, con dolor de quien ha presidido este proyecto y que nos deja con su aliento el reto de ser consecuente con la lucha por el Bien Común de la Humanidad en su comprensión más auténtica, cuya multifacética conceptualización ayudó tanto a comprender. François no va a descansar, tal como se expresa en el título de su biografía, François es El alma en la tierra, su Energía se está transformando y seguirá haciendo el bien por los pueblos, las personas que el Capital explota, margina, mata.

Le decimos ahora: ¡No hay adiós para ti, François, porque tu obra y tu pensamiento son también para nosotros un compromiso vivo!

Sus compañeras y compañeros de RUTH CASA EDITORIAL.

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FRANÇOIS HOUTART, EXTRAORDINARIO SER HUMANO.
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Gustavo Pérez Ramírez. 

Rebelión sábado 10 de junio del 2017.


Inmenso el dolor por la muerte de este gran ser humano que fue François Houtart, la madrugada del 6 de junio. Fue sorpresivo, pues si bien ya había cumplido 92 años, su gran energía, fortaleza física y moral e infatigable laboriosidad, que lo caracterizaron, auguraban que superaría los cien años, recorriendo el mundo al servicio de las grandes causas humanitarias, como lo venía haciendo.

La Fundación Pueblo Indio, donde residía, ha informado que la víspera “cenó como de costumbre y se fue a dormir... claro que en su habitación siguió trabajando... no sabemos hasta qué hora... porque hasta las once de la noche aún recibimos sus emails. Al amanecer, se ha levantado para ir a la ducha y las fuerzas le faltaron... Se sentó en su sillón relax y con su mano en el corazón se durmió plácidamente, sin ruido, muy calladito. Y con infarto masivo... a las siete y media de la mañana... se despertó en Dios.”

Deja un gran vacío, que alivia la fe en el Ser Supremo, al que François consagró su vida en el ministerio sacerdotal. Resuenan en mi mente sus propias palabras sobre el sentido cristiano de la muerte, pronunciadas en la misa de difuntos que presidió hace poco en la Fundación Pueblo Indio por la muerte de uno de sus sobrinos.

Más que un amigo, fue para mí un hermano y consejero. Tuve el privilegio de conocerlo en octubre de 1954, cuando, con otro entrañable amigo, Camilo Torres Restrepo, nos inscribimos en la Universidad Católica de Lovaina, donde François preparaba su doctorado en Ciencias Políticas y Sociales. Él guió nuestros primeros pasos por la vida académica, amén de relacionarnos con el contexto social y los principales movimientos sociales: sindicalismo cristiano, Juventud Obrera Católica, el Boerenbond o movimiento campesino. Lo hizo hasta que viajó a Chicago a especializarse en Sociología, pero nos fuimos reencontrando a través de los años hasta su llegada al Ecuador.

Terminado mi doctorado, de regreso en Colombia, François me vinculó a su trabajo en América Latina, cuando se iniciaba como uno de los expertos del Concilio Vaticano II, 1962-1965. Había recibido del obispo progresista brasileño, Dom Hélder Câmara, presidente de la Conferencia Episcopal Latinoamericana, CELAM, el encargo de hacer una amplia investigación sociológica sobre la situación de la iglesia en América Latina, en su calidad de secretario general de la Federación Internacional de Institutos de investigaciones socio-religiosas, FERES. François me vinculó, nombrándome Secretario para América Latina. Se generaron 43 publicaciones, cuya síntesis preparó para distribución a los Padres Conciliares.

Nuestros contactos siguieron intermitentes a partir de 1972, aunque con encuentros frecuentes hasta nuestro reencuentro en Quito en 2003, cuando conformamos un grupo de Pensamiento Alternativo, con reuniones quincenales, siempre que François estaba de regreso de sus frecuentes viajes por el mundo.

Su legado.

El fiel ejercicio del sacerdocio a luz de la Teología de la Liberación y su empeño en la Justicia Social y el Bien Común, constituyen el núcleo del legado profético de François Houtart.

Su legado es plurifacético. Destaco unos pocos tópicos, dándole prioridad a sus investigaciones sobre un nuevo paradigma civilizatorio sobre el Bien Común de la Humanidad, que elaboró a petición del Presidente de la Asamblea de las Naciones Unidas, 2009; su pensamiento sobre la Agricultura Campesina; y en general sobre las luchas por la Justicia Social. Además, dejó más de 70 libros y numerosos artículos en periódicos y revistas.

Habría que añadir muchas más reflexiones sobre su coherencia de vida, su proverbial amabilidad, disponibilidad y generosidad, no sólo para ayudar al necesitado, sino con su tiempo, atendiendo consultas de todo el mundo.

Asimismo, su modestia, su paciencia, su firme y constante defensa de los derechos humanos, y toda la sabiduría que aportó por donde fue pasando para la emancipación y desarrollo de los pueblos con una crítica objetiva siempre aportando alternativas, firme en su opción por los pobres, particularmente por los indígenas y campesinos.

Con tres fundaciones internacionales, la del Centro Tricontinental, en 1976 en Lovaina, la del Foro Social Mundial de Porto Alegre 2001 y la de revista Alternatives du Sud.

François ha dejado una riquísima fuente de reflexión alternativa a escala mundial.

Su libro Sociología de la Religión, que escribió para el curso de Sociología que dictó en Lovaina, es otro de sus legados principales. Fue tan exitoso, que pudo darlo aún en Cuba, invitado por el Comité de la Revolución.

Parte de su legado queda en el Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), en Quito, donde fue investigador y profesor, particularmente con la Cátedra “Francois Houtart”, y en la Universidad Central, donde fue docente de la Maestría de Sociología Política.

Acababa de regresar de su último viaje, a Venezuela, cuyas reflexiones sobre la situación del país dejó consignadas en su artículo "La Venezuela de hoy y mañana", que El Telégrafo le publicó el 28 de mayo pasado. Entiendo que viajó por invitación de la comunidad luterana en Venezuela, para un encuentro ecuménico con motivo de las conmemoraciones este año, del Quinto Centenario de la Reforma Protestante con Martin Lutero.

Y hasta la víspera de su muerte, estuvo sirviendo al prójimo. Había organizado un conversatorio para denunciar el genocidio de los Tamiles en Sri Lanka, como lo venía haciendo desde tiempo atrás, esta vez, para pedir que el gobierno ecuatoriano, como presidente de turno del Grupo de los 77, plantée una investigación internacional sobre el genocidio del siglo XXI.

La memoria de tan ilustre sacerdote sociólogo y politólogo será venerada por miles de sus seguidores en todos los continentes. Me siento muy honrado de haberlo conocido, colaborado con él y haberlo tenido como guía y maestro.

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