jueves, 1 de junio de 2017

ÉPOCA DE CAMBIO Y CAMBIO DE ÉPOCA. BRASIL: ENTRE EL PASADO Y EL FUTURO, EL PT. ABRE EL MÁS IMPORTANTE CONGRESO DE SU HISTORIA.

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TIEMPOS POLÍTICOS E HISTÓRICOS MUY MARCADOS EN AMÉRICA LATINA, los mismos que se encuentran como parte central del proceso del “Cambio de Época, Histórica” – nace, surge como consecuencia de la gran crisis del capital mundial, el 2008, tiempos aún no recuperados y menos encontrados una alternativa que los saque del marasmo y el hundimiento del modelo sistémico. Ahora sí debe comprender el sr. Rafael Correa – ex presidente de Ecuador – de que hablamos los Sociólogos – parte de la “guerra” política emprendida por el presidente contra el Colegio de Sociólogos del Ecuador – que NO es una “época de cambios” – los mismos que los encontramos en el propio proceso histórico-político actual, en forma diaria y permanente. Tiempo histórico y político de un “Cambio de Época Histórica”, se inicia, cuando se desploma políticamente la Unipolaridad Mundial presente en el sistema mundo desde la “Caída del Muro de Berlín” y el fin del “socialismo real no existente” y entramos en la “era del Multilateralismo” sistémico y el surgimiento de grandes Bloques económico-políticos Regionales. Grandes cambios políticos, innovaciones tecnológicas,  pero ausente los cambios sociales y ambientales en defensa del ser humano y de la Madre Naturaleza. El tiempo del surgimiento de la crisis política de los Movimientos Políticos pos-neoliberales – se comentó mucho, “tiempos finales”, que era final y que los movimientos políticos de izquierda democrática llegaron a su fin producto de sus “grandes errores políticos”, haber sido “secuestrados” políticamente por los éxitos temporales de las Políticas Sociales, y los procesos neoliberales volvían, retornaban al Poder en “forma definitiva” (Argentina, Brasil), pero muy pocos, tuvieron la visión política, de que estos tiempos neoliberales, también eran “pasajeros”, coyunturales y que nuevamente se presentaban en América latina, el gran desafío político, la gran responsabilidad social e institucional de los Partidos Políticos (pero también estaban en cenizas, había sido demolidos institucionalmente por la corrupción, en cambio ahora eran tiempos, de enfrentar esta nueva realidad con un escenario político que definía grandes retos, donde la “batalla de la ideas” estaba presente para asumir un proceso de auto-crítica política presente, principal, con la finalidad de responder como el Poder Popular de los Pueblos “volvía” retornada dentro de las cenizas de un escenario de las burguesías políticos empresariales latinoamericanas, sin programa político, sin partidos, pero sí muy atentos y “obedientes” con las Políticas de las “Democracias Empresariales” de las “democracias de mercado” simplemente imponen de los mismos y viejos modelos neoliberales ya fracasados desde la década de los 90’ cuanto ingresaron en forma vertical y autoritaria las Políticas del Consenso de Washington.

Los Partidos Políticos vuelven de las cenizas del “mundo putrefacto de la corrupción neoliberal”, una “Nueva Sociedad Civil” comienza a emerger en “Nuestra América”, con grandes desafíos en “la mano” de los Derechos Sociales todos ellos, a su vez forjando desde los propios ”cimientos” de la protesta social, de los Conflictos Sociales, nuevos LÍDERES, desde el escenario local-regional-nacional, absolutamente manchado, podrido por la corrupciónsin excepción han sido destrozados, sus dirigentes envenenados por el virus de la corrupción, que atrapó, clase política”, organización, Teorías Política y Representación Política. La realidad del escenario latinoamericano es muy complejo, turbulento – de perdida absoluta de la CONFIANZA – de la Ciudadanía en la Política, han destrozado la LEGITIMIDAD Política y los más catastróficos, buena parte de sus “mejores dirigentes” hoy están presos. Pero aún desde las “catacumbas” de la propia política, existen algunas posibilidades cuando – por lo menos rescatamos a un “par de dirigentes”, un LÍDER – que comprendieron la magnitud de la CORRUPCIÓN – ellos se vacunaron contra los rostros  visibles e invisibles de la corrupción – (en muchos casos, el Poder Judicial, inició contra ellos una “verdadera caza de brujas”, sin embargo hoy cual Ave Fénix, vuelven retorna a la Política. LULA, - aunque en su caso nunca se fue – y desde las bases sociales, con el apoyo de la Ciudadanía, dio una respuesta política de estar al margen, “libre” del veneno neoliberal, dirigente histórico del Partido de los Trabajadores en Brasil, retornan al Sexto Congreso en un tiempo político de lucha tenaz, profunda, fuerte y definitiva contra la Corrupción, tiempos de crisis económico-financiera, de crisis del viejo y tradicional modelo extractivo-exportador de recursos naturales – cuando los precios de los mismos en el mercado mundial se derrumban y donde las consecuencias inhumanas – ya presentes entre nosotros – del Cambio Climático Global, del Calentamiento de la tierra, está creando otro escenario distinto al  existente en relación con las grandes responsabilidades Políticas. Tiempo Histórico y Político de asumir responsabilidades para recuperar la CONFIANZA de la Ciudadanía y forjar – sobre nuevos caminos y propuestas – la LEGITIMIDAD     de las instituciones y del propio proceso Político de grandes retos y desafíos para la Izquierda Política, Democrática en América latina, la Patria Grande.

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Tras diez años de mandato, Correa entregó el poder a Lenin Moreno, elegido democráticamente. Proceso político, enmarcado, comprendido a nivel de nuevos tiempos históricos y políticos de un "Cambio dse Época, Histórica", que viene desde la gran crisis del sistema capitalismo, del capital global - de octubre del 2008 - tiempos del Multilateralismo Mundial - como también tiempos de fuerte y profunda crisis política, atrapada, por la corrupción, la inseguridad ciudadana y la propia crisis estructural del modelo neoloiberal.
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ÉPOCA DE CAMBIO Y CAMBIO DE ÉPOCA.
América Latina y Ecuador.

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Emir Sader.

ALAI. Jueves 25 de mayo del 2017.


Ya se cumplieron diez años desde que Rafael Correa, recién elegido presidente de Ecuador, anunciaba que el país empezaba a salir de la larga noche del neoliberalismo y que el continente ya no estaba en una época de cambio, sino en un cambio de época. La nueva época sería la de superación del modelo neoliberal, al que se entregaron varios gobiernos de la región.

Una década después, Correa entrega el gobierno a su sucesor –Lenin Moreno-, elegido democráticamente por voluntad mayoritaria del pueblo ecuatoriano y sale victorioso de una década como presidente de Ecuador. El  pertenece a una nueva generación de dirigentes políticos de la izquierda, que no provienen de los estratos que tradicionalmente han elegido los presidentes de nuestros países, sino desde afuera de los sistemas oligárquicos tradicionales y que, justamente por ello, han logrado romper con los intereses que se expresan en el neoliberalismo.

Hugo Chávez, Lula, Pepe Mujica, Evo Morales, Rafael Correa, Fernando Lugo, son algunos de los ejemplos de esos dirigentes que llegaron a la política desde la lucha social. No por acaso varios de ellos frecuentaron el Foro Social Mundial, que se proyectaba como un espacio de aglutinación de todas las fuerzas que se oponían al neoliberalismo.

Ellos supieron, por la vía de los hechos, construir gobiernos que han atacado algunas de las bases fundamentales en que se apoya el neoliberalismo. En primer lugar, de partida, se han enfrentado a los intentos norteamericanos de imponer un Área de Libre Comercio en todo el continente,(ALCA) derrotando esa perspectiva y fortaleciendo los procesos de integración regional. Han logrado constituir la única región del mundo que tuvo procesos de integración regional independientes de la hegemonía norteamericana, constituida por el único conjunto de gobiernos anti-neoliberales en el mundo.



En segundo lugar, a contramano de las tendencias predominantes en el capitalismo contemporáneo, han logrado disminuir la desigualdad, la exclusión social, la pobreza y la miseria, en el continente conocido por ser el más desigual del mundo. El contraste entre los gobiernos que han avanzado en la superación del neoliberalismo y los que han mantenido ese modelo es flagrante y certifica como ese es el camino fundamental de la izquierda en el siglo XXI.

En tercer lugar, Por otra parte, frente a un tema tan controvertido como el del rol del Estado, lo han rescatado, rechazando la centralidad del mercado, y haciendo del Estado un agente dinamizador de la economía, distribuidor de renta y garante de los derechos de todos.

En su conjunto esas trasformaciones han constituido lo que Correa llamaba de un cambio de época. De la época de hegemonía neoliberal a la época de superación del neoliberalismo.

Diez años – o más, en otros países – después, ese camino encuentra muchos obstáculos, dando la ilusión a algunos que puede haber vuelta a una era neoliberal en América Latina. La combinación entre durísimas campanas centradas en los medios para desacreditar esos gobiernos y sus liderazgos, buscando revertir su legitimidad y desacreditar la posibilidad de que nuestro continente elabore su propia salida del neoliberalismo, con errores cometidos por esos gobiernos, han logrado éxitos, derribando gobiernos – por elección o por golpe -, desestabilizando a otros, generando un clima de descalificación de la política, de desinterés por los temas políticos, de retorno fuerte de las posturas egoístas centradas en un consumismo al estilo del “modo de vida norteamericano”.

Gobiernos como los de Mauricio Macri en Argentina y Michel Temer en Brasil apuntan lo que la derecha del continente promete: el retorno de las depresiones económicas, del desempleo en larga escala, de la exclusión social, del retroceso en términos de derechos sociales, entre tantas otras plagas de la larga noche neoliberal a la que se refería Correa.

¿Es eso lo que quieren nuestros pueblos? ¿Es eso lo que se merecen nuestros países? El fracaso relativamente rápido del golpe en Brasil, el agotamiento rápido de los proyectos de restauración neoliberal en Argentina y en Brasil, sin que ninguna de sus promesas se haya cumplido, reafirma que el cambio de época sigue siendo un objetivo actual, urgente, indispensable.


- Emir Sader, sociólogo y científico político brasileño, es coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad Estadual de Rio de Janeiro (UERJ).

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Lula, en la Inauguración del Sexto Congreso del Partido de los Trabajadores PT, en un tiempo histórico y político altamente cuestionable - hasta opuesto - a los Partidos, la "clase política" y la propia Representación Política. Esperamos que vuelva y retorne, reconociendo sus "grandes errores políticos" y ahora camine por senderos de plena y absoluta defensa de los Derechos Sociales y Humanos de la Ciudadanía con la fianlidad de fortalecer políticamente la Democracia de Ciudadanos, Cívica y Republicana..
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BRASIL: ENTRE EL PASADO Y EL FUTURO, EL PT. ABRE EL MÁS IMPORTANTE CONGRESO DE SU HISTORIA.
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Emir Sader.

ALAI.- miércoles 31 de mayo del 2017.

Ya no son más congresos de elaboración de programas para intentar llegar a la presidencia del país. Ya no son más congresos de un partido en el gobierno, haciendo balances y proyectando pasos futuros.

El PT que abre ahora su 6to Congreso es un partido que se ubica entre un denso pasado reciente, con los gobiernos que más han transformado positivamente a Brasil y las perspectivas inmediatas abiertas de poder retomar ese camino, a partir de las experiencias adquiridas y de los reveses sufridos. Un Congreso que se realiza con un partido fuera del gobierno, con la responsabilidad del balance de las conquistas y de  las razones de los reveses, no para quedarse amarrado a ese pasado, sino para prepararse para una nueva disputa por el gobierno de Brasil.

Un Congreso que ha transcurrido de forma muy consensual, en contra de las expectativas de los que esperaban un conflicto generalizado, lleno de rupturas, después de los tropiezos  y las visiones diferenciadas sobre el pasado reciente y sobre el futuro del partido y de Brasil. Un Congreso que se reúne lleno de vigor de las experiencias positivas, pero también de derrotas, que dejan heridas.

Un partido visiblemente más viejo, con bancadas parlamentarias menores, con menos alcaldes, que trae en su cuerpo las marcas de la ofensiva de la derecha en contra del PT. Pero en compensación un partido que posee las más importantes experiencias – positivas y negativas – que un partido puede tener, como material de reflexión, de balances, de formulación de nuevas perspectivas.
 

Tiene asimismo en el liderazgo de Lula, como su principal elemento de continuidad, una trayectoria que refleja los caminos recorridos por el partido desde su fundación. Es no solo el más grande líder del partido, el más grande partido de izquierda, sino también el más grande líder popular de la historia de Brasil.

Se puede afirmar que el Congreso no contendrá un balance tan profundo como sería necesario, por todas las novedades que el camino reorrido por el partido en el gobierno trajo, así como por el indispensable balance de los errores que han llevado a la derrota reciente. Si el período histórico actual se hubiera cerrado con una derrota de largo plazo, probablemente esta sería la agenda esencial del Congreso.

Pero el Congreso, que lleva el nombre de Marisa Leticia, esposa de Lula recientemente fallecida, está a medio camino entre ese pasado que recién se ha cerrado y la posibilidad abierta de un futuro con nuevas posibilidades del partido de volver a ser protagonista de un nuevo gobierno popular. Los balances se hacen así en la perspectiva más inmediata de las lecciones para calificar al partido en función de proponer alternativas de futuro posible en plazos relativamente cortos. Por ello el Congreso tiene un pie en el pasado, con las lecciones positivas y negativas, y otro en el futuro.

El PT ya no realiza su Congreso como partido que nunca había tenido la posibilidad de dirigir el país, como eran sus primeros congresos, en medio de todas las candidaturas derrotadas de Lula. Y tampoco es el partido que hace balances de sus experiencias en el gobierno.

En su capacidad de hacer un balance no suficientemente exhaustivo, pero suficiente para corregir los errores y volverse hacia la formulación de alternativas de un futuro renovado para Brasil, está el desafío del 6to Congreso Nacional del PT.

Si la continuidad del liderazgo y de la hegemonía de Lula sobre el conjunto del partido, es una realidad incuestionable, habrá renovación en la presidencia del PT, con la proyección de un nuevo liderazgo, en la elección probable de la joven y combativa senadora Gleisi Hoffmann como nueva presidenta del partido, apuntando hacia la  necesidad del partido de renovarse, en las prácticas y en sus plataformas, en la incorporación de nuevas generaciones y en la forma de actuar interna y externamente, en el discurso y en la realidad concreta.

Será, de cualquier manera, una expresión imponente del más importante partido que la izquierda brasileña ha producido, y uno de los más importantes partidos de la izquierda de América Latina y del mundo en la actualidad, que tiene en la figura de Lula su imagen más expresiva. Incluso porque si el PT no se limita a Lula, tampoco puede ser desvinculado de la trayectoria impresionante de ese líder extraordinario, en cuyo destino se refleja no solo el futuro del PT, sino del mismo Brasil.

- Emir Sader, sociólogo y científico político brasileño, es coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad Estadual de Rio de Janeiro (UERJ).

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