lunes, 28 de marzo de 2016

LA NUEVA OLA CONSERVADORA EN EL MUNDO.

&&&&&
La derecha es “otra” en el mundo hoy, NO. Sin embargo, camina por otros senderos diferentes a los caminos históricos de la derecha tradicional.  Si en Norteamérica desde hace más de tres décadas gobierna la derecha más extrema, radical, violenta, “estúpida”, excluyente, xenofóbica, del Partido Republicano. Hoy no es la misma en su comportamiento político en América Latina. Pero sí podríamos encontrar muchos nichos sociales de similitud en varios países Europeos, especialmente la extrema derecha conservadora en Francia, Alemania e Inglaterra, solo como ejemplos Hoy. En cambio como decíamos líneas arriba, en América Latina, la derecha tradicional, conservadora – amante del golpismo político, militarista – ha sido desplazada, salvo excepciones en algunos países (Brasil) (La derecha más conservadora, extrema, sin duda se quedó postrada en Perú, es el Poder dinosaurio. En cambio hoy en especial en los países donde los gobiernos actuales son progresistas de izquierda democrática, los mismos que se encuentran atravesando serios problemas políticos estructurales : crisis económica – al haber terminado la era del crecimiento macro-económico, basado en la exportación extractivo tradicional de materias primas – crisis de la política al haber perdido Confianza la clase política, sus organizaciones y la propia representación política, perdida permanente de la legitimidad institucional, así como el haber convivido con la corrupción generalizada . Todos estos graves errores, distorsiones y pérdida permanente de la legitimidad constitucional, hoy ha originado que en el epicentro de esa turbulenta crisis política, desde abajo – considerando, esas “minorías silenciosas” – en forma progresiva han ido ganando posiciones y apoderándose de grandes paradigmas de la izquierda, que la fue abandonando: la calle, la plaza pública, la pelea por sus objetivos políticos en el centro del escenario de las clases y la lucha de clases. Una nueva derecha NO, es la misma derecha, sino que hoy la pelea, la lucha política no la hace desde los cuarteles, o exclusivamente imponiendo sus políticas en forma vertical y autoritaria NO esos tiempos terminaron?. Hoy es la derecha político-empresarial que apuesta por su democracia, una democracia puramente electoral. Desde las calles y plazas públicas – el escenario histórico de la izquierda en el mundo – hoy lucha con sus propios medios, medios colaterales y medios comprados, más el-  el poder de los medios de comunicación, hoy el poder más productivo, eficaz  e influyente -Cuidado esa es la “nueva derecha” con todo su poder, la suma total de los poderes fácticos tradicionales y modernos.

/////

Mamita, cuidado, que terror. Pero no asustan. La ultra-derecha política Francesa de la señora Marine Le Pen y su partido el Frente Nacional, y la derecha salvaje, fascista de Estados Unidos, el Partido Republicano y su candidato el sr. Donald Trump. Es parte hoy de la "ola conservadora" que sale de las cavernas e impone miedo y terror.

***

LA NUEVA OLA CONSERVADORA EN EL MUNDO.

*****

Emir Sader.

Página /12 lunes 28 de marzo del 2016.
Todavía en los años 1960, Richard Nixon creó la expresión “mayoría silenciosa”. En contraposición a los grandes sectores emergentes que participaban de la campaña por los derechos civiles, en contra de la guerra de Vietnam en los Estados Unidos, esa mayoría sería silenciosamente conservadora. Sería el “país profundo”, que ejercería en las urnas su voto a favor de la derecha, en contra del bullicio de las calles, restringido a una minoría de activistas. Como si se confirmara su hipótesis, el mismo Nixon sería elegido presidente, finalmente, cortando la racha de gobiernos demócratas y la agitada década de 1960.
Tiempo después, cuando Ronald Reagan despuntaba para ser gobernador de California y después candidato a presidente de EE.UU, mucha gente decía que sería imposible que un pésimo actor de películas de cowboys se ganara la presidencia. Pero él se hizo elegir y reelegir presidente del país más importante del mundo, consagrado por la victoria norteamericana en la guerra fría y la desaparición de la Unión Soviética.
Más recientemente, frente a George W. Bush, Reagan parecería un intelectual, pero Bush fue presidente de los Estados Unidos durante dos mandatos. Todo parecería confirmar la tesis de Nixon.
Ahora, en pánico, mucha gente se pregunta si Donald Trump puede llegar a ser elegido presidente de los Estados Unidos en las elecciones de este año, a pesar de sus posiciones ultraconservadoras que él, de forma temeraria, defiende en las primarias del Partido Republicano, volviéndose favorito para ser el candidato del partido.
Desde 1980, con el inicio de primer gobierno de Reagan, Estados Unidos fue gobernado 20 años por los republicanos y 16 por los demócratas. Durante ese lapso los republicanos han controlado el congreso por un período aún más largo. Y algunos demócratas, como fue el caso con Clinton, ha dado un viraje conservador en las orientaciones del Partido Demócrata. Así, el conjunto del sistema político se ha vuelto más conservador en las últimas décadas.
El mismo Partido Republicano pasó por el Tea Party, hasta llegar a la avalancha de Donald Trump, que puede que no gane las elecciones de noviembre, pero seguramente va a empujar el centro político más hacia la derecha.
Pero no es sólo un fenómeno norteamericano. En Europa, a pesar de la profunda y prolongada crisis neoliberal del capitalismo, las corrientes que más crecen y se fortalecen son las de extrema derecha, que ya estaban enraizadas en Francia y ahora llegan a Alemania. Pero se reproducen en toda Escandinavia, así como en casi todos los países del este europeo.
Así como con el discurso de Trump, el tema de los inmigrantes es central en todas esas corrientes, donde exhalan todo su odio, su discriminación, su egoísmo. Porque el inmigrante es “el otro”, “el extranjero”, “el bárbaro”, mientras que ellos se asumen como “los civilizados”. Blancos, religiosos, violentos, van construyendo una nueva derecha, todavía más conservadora, de más exclusión social, étnica y cultural.
Los fundamentalismos islámicos surgen en el campo político contrapuestos a esas corrientes, pero componen un movimiento similar de intolerancia, odio, violencia exacerbada. Contribuyen a componer el cuadro de nuevas corrientes conservadoras emergentes en el mundo.
En América latina, las sucesivas derrotas de la derecha en los países con gobiernos antineoliberales, ha conducido a procesos de radicalización de la derecha. Desconocimiento de los resultados electorales, intentos de desestabilización política mediante campañas mediáticas de reiteradas denuncias y a través del terrorismo económico, busca de descalificación personal de los líderes populares, acciones violentas de grupos terroristas, que han tenido, como una de sus consecuencias, la radicalización de sectores más o menos amplios de la clase media. Se buscan reinstaurar climas ideológicos de Guerra Fría, con la intolerancia, la discriminación. Se valen del control monopólico de los medios de comunicación para generar climas de desestabilización política, con perdida de legitimidad de gobiernos, desprestigio de sus líderes, denuncias de corrupción generalizada de los políticos y de los partidos.
Todo produce procesos de despolitización, de desplazamiento de los grandes temas y desafíos de fondo que tienen esas sociedades, hacia temas como los de la corrupción, que es utilizado para criminalizar al Estado, que sería la fuente de la corrupción, según esa versión, que absuelve a las grandes empresas privadas. Es, a la vez, una operación de bajar la autoestima del pueblo de cada país. Porque sin un pueblo desmoralizado, la derecha no puede imponerse.

*****

No hay comentarios: