GRECIA: TSIPRAS TIRONEADO ENTRE MERKEL Y HOLLANDE.

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Humillación y venganza política. Los bárbaros y salvaje halcones - fascistas que  hoy imponen su “propia política” y conducen la Unión Europea han logrado castigar a Grecia – no solo por la elevada deuda externa que hoy tiene paralizada su economía, con todos los bancos cerrados – sino que este  Nuevo Plan o Tercer Plan de Rescate, significa en “buen  cristiano”, primero la aplicación de una Nuevo Tratado de Versalles en pleno siglo XXI – en 1919 los países europeos que derrotaron a la Alemania del Kaiser, de la Primera Guerra Mundial – impusieron un plan de reconstrucción de Alemania, como país derrotado, vencido en la guerra y tuvo que aceptar, incluso con el monitoreo interno del enemigo político con la finalidad que se cumpla “al pie de la letra el plan de guerra impuesto”. Pero Grecia NO ha librado guerra militar alguna con ningún país de Europa y tercero lo que hoy ocurre en Grecia – desde el mes de enero que fue elegido el Primer Ministro Alexis Tsipras, Líder de la izquierda radical, opuesto y profundo crítico del fracaso absoluto de las políticas de austeridad impuestas por la Troika europea – no sólo en Grecia, sino en toda la región del euro-grupo –además condenó dos aspectos centrales de la deuda: primero la corrupción masiva, que capturó todas las instituciones del Estado y del cual eran plenos y absolutos responsables los dos gobiernos anteriores, tanto la derecha política – los empresarios y corporaciones – como los social-demócratas y en segundo lugar lo más denigrante, corrupto y degenerativo para un país, para la política y para sus Ciudadanos, cómo la inmensa deuda  interna privada de los bancos, corporaciones, empresas y demás agentes del mercado – su maldita deuda – de la noche a la mañana por arte de birlibirloque fue convertida, transformada en deuda pública – es decir, el Estado así en condiciones de sobrevivencia, ahora con el dinero de todos los ciudadanos – en estado crítico, otros sobrevivientes, otros envueltos en una denigrante extrema pobreza, recogiendo comida de los basurales – porque hasta los puestos públicos de socorro de la Beneficencia también fueron cerrados -.

Encima de esta cruel, fría y denigrante realidad para el ser humano – del país donde nació la Democracia directa y la Ciudadanía – Atenas, el Ágora griega, la fuente y raíz de la democracia en el mundo – ahora por obra  de un grupo de asalariados de los poderes facticos mundiales, - disfrazados de políticos y empresarios – han puesto a su país al borde de la quiebra total y absoluta. Hoy asistimos a un mundo multipolar, un escenario global en  decadencia, una estructura sistémica en poli-crisis, en destrucción, asociado fuertemente a una crisis humanitaria así como crisis de la civilización actual; sin embargo, en este proceso múltiple, complejo, turbulento – dialéctico en su estructura  sistémica - de sus propias entrañas, nace algo nuevo, diferente, distinto al lodo existente – pero lo que no calcularon es que ese “lodo político” dominaba, controlaba todo el poder decadente en Europa. Esta vez el caballo no iba a ser griego para poder ganar la batalla contra la corrupción y la destrucción del país, esta vez, 25 siglos después el caballo sería europeo-alemán contra la ciudadanía helénica. Aún son muy pocos – los nuevos partos políticos en un sistema que se debate en una  poli-crisis más profundas y destructivas de su historia, un sistema decadente – entonces los “nuevos fascistas” – pintados, presentados como “demócratas”,  como “abanderados” de las libertades – la libertad de expresión, la democracia, para ellos era la columna vertebral – supuestamente de su política en el siglo XXI. Pero era realmente, la verdad es otra distinta y controversial, lo que se pinta, habla y difunde ante el mundo es absolutamente diferente, opuesto, violento y salvaje??.

El pueblo griego, la ciudadanía helénica en las calles y plazas públicas en una nueva batalla de las ideas contra la imposición y la dictadura de la troika  y el neoliberalismo de la sra  Ángela Merkel.

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Hoy la troika – el poder político-financiero – por medio del “terror político” del siglo XXI – la señora Canciller de Alemania Ángela Merkel y sus “políticos” y tecnócratas imponen a Grecia – humillan al Primer Ministro Alexis Tsipras, por ahora, presente la clara venganza política – que tiene una mirada europea, que sirva de ejemplo-castigo para quienes osaran disputarles el gobierno primero y el poder en su conjunto posteriormente. Los neoliberales – y violentistas oscuros, barbaros y salvajes – se creen y consideran ellos – no más allá de su violencia y venganza – lo todopoderosos – que si son por ahora, pero eternos, inmóviles,  sacrosanto, inalterables, obligatorio, eso sí de ninguna manera, hoy su inmenso poder fundamentalista, caduco, basado en la codicia extrema, se hace pedazos, por “obra y gracia de ellos mismos”. En esta dirección de su poder eterno imponen a Grecia y castigan con veneno la osadía del Primer Ministro griego de cuestionar sus políticas decadentes, parasitarias y salvajes. Un nuevo programa de reajuste, reformas y privatizaciones. Este nuevo Tratado de Versalles en pleno siglo XXI a un  país que está en “guerra total” contra la corrupción, la extrema pobreza, el desempleo absoluto, la destrucción de su sistema de jubilación, la privatización del sistema educativo, de los servicios de asistencia en salud, servicios públicos – agua, luz desagüe – despido de trabajadores y funcionarios públicos – y los sobrevivientes, disminución de sus salarios, reformas para mayores impuestos y un nuevo sistema de privatizaciones – de lo último que aún queda al Estado: sus Islas que hoy son un tesoro nacional para el turismo. “Triunfaron los duros, los siniestros, los halcones”, Triunfo pírrico, triunfo endiablado, bárbaro, coyuntural – porque el neoliberalismo – hoy se encuentra en su fase “final” de descomposición económico-social y política, porque el virus y veneno que corroe su cuerpo enfermo, salvaje y corrupto, está ingresando hacia su destrucción final con el propio ocaso y bancarrota de Occidente. Alexis Tsipras, por ahora, pero la figura mítica de Hércules presente en la vida y conciencia del Ciudadano Helénico, ira progresivamente construyendo los muros y fortalezas para forjar su triunfo final en un mundo que está cambiando desde sus propias estructuras.

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TSIPRAS TIRONEADO ENTRE MERKEL Y HOLLANDE.

El acuerdo impone a Atenas una sucesión de ajustes, reformas y privatizaciones.

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La mediación de París dejó a Atenas en la Zona Euro, pero no le ahorró la poción amarga de los ajustes que se vienen encima a cambio de un tercer plan de rescate. El compromiso debe ser aprobado por varios parlamentos, incluyendo el griego.

Eduardo Febbro

Desde París Página /12 martes 14 de julio del 2015.

La mediación de París dejó a Atenas en la Zona Euro, pero no le ahorró la poción amarga de los vez, La Odisea se escribió en Bruselas y su hilo narrativo pasó a través de un triángulo cuyas caras son Grecia, Alemania y Francia. El presidente francés, François Hollande, ofició de mediador con un mandato de doble filo y al borde permanente del precipicio: no perder jamás la fidelidad con Alemania, cuyo pacto con Francia sustenta la construcción europea, ni dejar de respaldar al primer ministro griego, Alexis Tsipras, en los momentos más críticos de la negociación. Estos llegaron a su punto de esquizofrenia financiera cuando, por sorpresa, trascendió que Alemania barajaba una salida temporal de Atenas de la Zona Euro, una opción que nunca había estado entre las discusiones. El ex ministro griego de Economía Yanis Varoufakis dijo que sólo el ministro francés de Economía, Michel Sapin, se opuso un poco y de manera “sutil” a la línea alemana, pero admitió que, al final, fue esa línea la que ganó. Luego del acuerdo que le impone a Grecia una lapidaria sucesión de ajustes, reformas y privatizaciones, François Hollande resumió la oscilante cuerda sobre la que se pactó el compromiso: “El interés de Francia es que Europa pueda avanzar con Grecia”, y “el interés de Francia es que se pueda encontrar un compromiso con Alemania”. Las declaraciones del mandatario francés revelan además el barranco profundo en el que estaban empantanadas las discusiones, así como la unanimidad dentro del Eurogrupo en torno de la línea alemana de sacar a Grecia del euro: “Si se hubiese escuchado una sola voz, habría sido la de la salida” (Grecia fuera del euro).

La mediación de París dejó a Atenas en la Zona Euro, pero no le ahorró la poción amarga de los ajustes que se vienen encima a cambio de un tercer plan de rescate. La noche del 5 de julio, cuando se conocieron los resultados del referendo y la masiva victoria del “No”, Tsipras llamó al presidente francés. Según adelantó el semanario Le Nouvel Observateur, Hollande le dijo: “Estoy dispuesto a ayudarte, pero ayúdame a ayudarte”. A partir de ahí, consejeros y altos funcionarios franceses trabajaron en el texto que Grecia entregó al Eurogrupo el pasado 10 de julio. Sin embargo, la emperadora de Europa, Angela Merkel, juzgó que era insuficiente. A partir de ese momento, París se confrontó a su línea infranqueable: la idea alemana de decretar una exclusión temporal de Grecia (5 años)

Después de 17 horas de negociaciones, Merkel aceptó “borrar” del texto la mención “salida temporaria de Grecia”.

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París no aceptó jamás que Grecia se quedara fuera del euro.

Con sus aliados del Norte y del Este de Europa y algunos caniches obedientes del Sur, Alemania arremetió con toda su fuerza. Su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, asumió el mando del pelotón de fusilamiento. Fuentes cercanas a la negociación cuentan que hasta hubo un bloque mayoritario de ministros de Finanzas de la Eurozona que pusieron en tela de juicio las evaluaciones más que positivas de plan griego formuladas por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea. Diecisiete horas de negociaciones y la intervención decisiva de François Hollande desarticularon el implacable engranaje alemán. La odisea de la negociación estuvo a punto de convertirse en un asesinato familiar. La convergencia final intervino recién al amanecer entre cuatro actores: la canciller alemana Angela Merkel, François Hollande, Alexis Tsipras y el presidente del Consejo Europeo, el polaco Donald Dusk. El cuarteto elaboró el compromiso que tiene que ser aprobado por varios parlamentos nacionales. Se supo, por ejemplo, que fue Angela Merkel quien aceptó “borrar” del texto final la mención “salida temporaria de Grecia” introducida por su ministro de Finanzas. Pero el costo es alto. El jefe del Estado francés le rindió un homenaje a Tsipras, de quien elogió su “coraje”. El mandatario explicó también que “nada hubiese sido peor que humillar a Grecia. No pedía ni asistencialismo, ni caridad, sino la aplicación de los principios de solidaridad”.

En Bruselas, el jefe del Ejecutivo griego dijo: “Nos enfrentamos con dilemas difíciles y tuvimos que hacer concesiones difíciles para evitar la aplicación de los planes de algunos círculos ultraconservadores europeos”. Tsipras reconoció que se trataba de “un acuerdo difícil” y aseguró que se había evitado la transferencia de “activos estatales al exterior. Evitamos el plan para el estrangulamiento financiero y el colapso del sistema bancario. En esta dura batalla, logramos ganar una reestructuración de la deuda”. La víctima quedó viva, pero el proceso está lleno de obstáculos. Para Syriza, la hoja de ruta concertada en Bruselas con un cuchillo en la garganta puede desembocar en una ruptura de la mayoría gubernamental.

Sin embargo, además de la aprobación parlamentaria del ajuste (aumento del IVA, reforma del sistema de jubilaciones, creación de un consejo fiscal independiente) en un plazo de 48 horas que se le exigió al Ejecutivo griego, persisten graves problemas de financiación. El principal: el dinero que Atenas requiere ahora mismo para satisfacer sus urgencias de fondos no aparece. Según reconoció en la capital belga el presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem, “aún no hemos encontrado la llave”. Antes de que el país cobre la ayuda (entre 82 y 86 mil millones de euros) es preciso encontrar dinero. El Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEE) tiene previsto desembolsar parte del préstamo concedido, pero para ello se requieren varios días.

Los plazos que se vienen encima son muchos e importantes. El 14 de julio, Atenas tiene que reembolsar 146 millones de euros de las llamadas “obligaciones samurai”, es decir, títulos del Estado griego emitidos en 1995 en yens y luego transferidos a inversores privados. El 20 de julio aparece otro vencimiento gigantesco: 3500 millones de euros que deben pagarse al Banco Central Europeo, BCE. A finales de agosto (el 20) hay otro compromiso: la devolución de 4300 millones de euros al BCE y al FMI. Pero las cajas griegas están vacías y el país en default con el Fondo Monetario Internacional (1600 millones). “El Grexit pertenece al pasado”, dijo Tsipras en Bruselas. Sin dudas, pero la humillación a que fue sometida Grecia no quedará en el pasado. No habrá memoria griega capaz de borrarla. Una parte de la Eurozona se vengó del líder griego. Le hicieron tragar el polvo de su osadía cuando decidió, el pasado 5 de julio, organizar un referendo. El arreglo que intervino en la madrugada del 13 de julio es infinitamente más intrusivo y destructor que el que circulaba en las discusiones antes del referendo. Los tecnodemócratas de Bruselas no consienten encontrarse supervisados por los pueblos. Ellos son la voz de las finanzas y no la de las mayorías. A Alexis Tsipras y a su equipo se les hicieron más procesos de intenciones que a todos los corruptos y expoliadores que estuvieron en los anteriores gobiernos y con los cuales la Unión Europea, los bancos y el FMI negociaron con rango de señores. Ni siquiera están en la cárcel. Ese es el parámetro de la democracia financiera: un páramo despiadado donde, con la receta de posiciones sacrificiales en una mano y la impunidad en la otra, se llevan a cabo los más crueles sacrificios colectivos, los más inhumanos y mezquinos que la historia conserva en sus registros.

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