martes, 10 de junio de 2014

EUROPA: DIEZ TESIS SOBRE LA EXTREMA DERECHA.

&&&&&
FRANCIA. LA EXTREMA DERECHA GANÓ LAS ELECCIONES. OPINIONES.- "El triunfo de la extrema derecha provoca un seísmo político en Francia.- Sin embargo, la líder del FN no podrá formar grupo propio en el PE porque su socio, el Partido Nacionalista Eslovaco, no ha obtenido representación, según los sondeos. La líder del Frente Nacional francés, Marine Le Pen, este domingo".

A su tiempo el Primer Ministro de Francia, "Manuel Valls, estima que el resultado de las elecciones, europeas es un «seísmo político nacional», en Francia. Según las primeras estimaciones de las grandes cadenas de radio y tv, el Frente Nacional (FN, extrema derecha) fue el partido más votado, consiguiendo el 25% de los votos, seguido de la UMP (derecha), que habría obtenido el 20% de los votos, y del PS que habría obtenido un 14% de los votos. (Así estamos contando en directo las elecciones europeas). Se trata de estimaciones oficiosas de BFM, la primera cadena nacional de información permanente. Las estimaciones del resto de las cadenas de radio y tv son muy similares. Históricamente, en Francia, las estimaciones oficiosas avanzadas al cierre de los colegios electorales suelen confirmarse, matizadas, a lo largo de la noche electoral. Según TF1, primera cadena de tv, el FN podría conseguir unos 24 eurodiputados, la UMP podría conseguir 20 y el PS solo obtendría unos 13 eurodiputados. Jean Marie y Marine Le Pen, padre e hija, líderes del FN, fueron los primeros en reaccionar, al unísono: «El presidente Hollande debe asumir sus responsabilidades: disolver la Asamblea Nacional, para que el pueblo soberano pueda elegir una Asamblea auténticamente nacional, independiente, tal como ha votado en estas elecciones».

«Vivimos momentos muy graves para Francia y para Europa»

"Minutos más tarde, Manuel Valls, jefe de Gobierno, lívido, con la voz temblorosa, hizo una declaración solemne ante todas las cadenas de radio y tv, comenzando con una frase lapidaria: «Vivimos momentos muy graves para Francia y para Europa. Vivimos un choque brutal, un seísmo político. Debemos actuar con rapidez. A través de la abstención y votando a la extrema derecha, los franceses han expresado su profundo excepticismo. No debemos perder un minuto. Francia es una gran nación». El seísmo anunciado por Manuel Valls tiene proporciones históricas: la extrema derecha instalada en el podio de partido más votado en Francia, relegando al PS del presidente Hollande a un humillante tercer puesto, con uno de los resultados más catastróficos de la historia del socialismo francés".

"La derecha tradicional de Nicolas Sarkozy sufre una humillación bastante semejante, relegada a un segundo puesto, desbordada por una extrema derecha triunfante. Sarkozy intervino hace días, intentando «pensar» en el voto nacional. Con un resultado aparentemente insignificante. François Fillon, ex primer ministro de Sarkozy, reaccionó en nombre de su partido, la UMP, afirmando: «Se trata de un nuevo voto de castigo contra el presidente Hollande, cuya política, desastrosa, está contribuyendo al crecimiento de los extremos de izquierda y derecha». En un segundo plano, las primeras estimaciones oficiosas anunciaban estos otros resultados: la abstención habría sido del 58%, catastrófica en términos de participación cívica. Los ecologistas podrían tener 6 ó 7 eurodiputados, tras haber sido votados por el 9% de los electores. Los centristas podrían obtener 7 eurodiputados , tras haber sido votados por 9% de los electores. El Frente de izquierdas habría conseguido el 6% de los votos y podría aspirar a unos 3 eurodiputados. Por vez primera en la historia política de Francia, la extrema derecha relega a las grandes formaciones gubernamentales de izquierda y derecha a un segundo y tercer puesto. El seísmo político anunciado por Manuel Valls, primer ministro, tendrá una onda de choque nacional y europea, inflamables".
///// 


La troika europea. El gobierno financiero-político que impone políticas de austeridad, salvajes y fascistas. El Fondo Monetario Internacional. FMI. es el verdadero destructor y dinamitador del sistema. Ahora debe estar feliz, con el triunfo de la extrema derecha, fascista y xenofóbica.
***

EUROPA: DIEZ TESIS SOBRE LA EXTREMA DERECHA.
*****
Michael Löwy.

Viento Sur martes 10 de junio del 2014.

I. Las elecciones europeas han confirmado una tendencia que veníamos observando desde hace algunos años en la mayoría de países del continente: el espectacular crecimiento de la extrema derecha. Se trata de un fenómeno sin precedentes desde los años 30 del siglo XX. En la mayoría de los países este movimiento obtuvo entre el 10 y el 20%, y en tres países -Francia, Inglaterra, Dinamarca-, entre el 25 y el 30% de los votos. Pero su influencia es más vasta que su electorado: contamina con sus ideas a la derecha "clásica" e igualmente a una parte de la izquierda social-liberal. El caso francés es el más grave, el avance del Frente Nacional ha sobrepasado todas las previsiones, incluso las más pesimistas. Tal como decía la web de Mediapart en una edición reciente, "El tiempo se acabó": "Il est minuit moins cinq".

II. Esta extrema derecha es muy diversa, se puede observar toda una gama desde partidos abiertamente neonazis, como el griego Amanecer Dorado, hasta fuerzas burguesas perfectamente integradas en el juego político institucional como el PPS suizo. Lo que tienen en común es el nacionalismo chovinista, la xenofobia, el racismo, el odio a los inmigrantes – sobre todo a los "extraeuropeos" - y a los gitanos (el pueblo más viejo de Europa), la islamofobia, el anticomunismo. A esto se le puede añadir, en muchos casos, el antisemitismo, la homofobia, la misoginia, el autoritarismo, el rechazo de la democracia, la eurofobia. Respecto a otras cuestiones – por ejemplo, el neoliberalismo o el laicismo – este movimiento está más dividido.

III. Sería un error creer que el fascismo y el antifascismo son fenómenos del pasado. Es cierto que hoy no encontramos partidos de masas comparables al NSDAP alemán de los años 30, pero ya en esta época el fascismo no se limitaba a un solo modelo: el franquismo español y el salazarismo portugués eran bien diferentes de los modelos italiano o alemán. Una parte importante de la extrema derecha europea de hoy tiene una matriz directamente fascista y/o neonazi: es el caso de Amanecer Dorado, el Jobbik húngaro, de Svoboda y el Sector de Derechas ucranianos, etc.; pero también hay otros, como el Frente Nacional, el FPÖ austriaco, el Vlaams Belang belga y otros, cuyos cuadros fundadores tenían estrechos vínculos con el fascismo histórico y las fuerzas colaboracionistas con el Tercer Reich. En otros países -Holanda, Suiza, Inglaterra, Dinamarca- los partidos de extrema derecha no tienen origen fascista, pero comparten con los primeros el racismo, la xenofobia y la islamofobia.

Uno de los argumentos utilizados para mostrar que la extrema derecha ha cambiado y que no tiene gran cosa que ver con el fascismo es su aceptación de la democracia parlamentaria y de la vía electoral para llegar al poder. Pero recordemos que un tal Adolf Hitler fue aupado a la Cancillería por una votación legal del Reichstag, y que el Mariscal Pétain fue elegido Jefe de Estado por el Parlamento francés. Si el Frente Nacional llegara al poder a través de las elecciones -una hipótesis que desgraciadamente no podemos descartar-, ¿qué quedaría de la democracia en Francia?

IV. La crisis económica que asola Europa desde 2008, en general -con la excepción de Grecia- ha favorecido más a la extrema derecha que a la izquierda radical. La proporción entre las dos fuerzas es totalmente desequilibrada, contrariamente a la situación europea de los años 30, que vivió, en la mayoría de países, un aumento paralelo del fascismo y de la izquierda antifascista. La extrema derecha actual se ha beneficiado sin duda de la crisis, pero ésta no lo explica todo: en el Estado español y en Portugal, dos de los países más castigados por la crisis, la extrema derecha sigue siendo marginal. Y en Grecia, si bien Amanecer Dorado ha experimentado un crecimiento exponencial, ha sido sobrepasada de largo por Syriza, la coalición de la izquierda radical. En Suiza y en Austria, dos de los países a los que prácticamente no ha afectado la crisis, la extrema derecha racista supera el 20%. Así que habría que evitar las explicaciones economicistas a menudo avanzadas por la izquierda.

V. Los factores históricos juegan sin duda un papel: una larga y antigua tradición antisemita en ciertos países; la persistencia de corrientes colaboracionistas después de la Segunda Guerra Mundial; la cultura colonial, que sigue impregnando actitudes y comportamientos mucho después de la descolonización, no sólo en los antiguos imperios, también en el resto de países de Europa. Todos estos factores están presentes en Francia y contribuyen a explicar el fenómeno del lepenismo.

VI. El concepto de "populismo", empleado por ciertos politólogos, los medios e igualmente por una parte de la izquierda, es absolutamente incapaz de rendir cuentas sobre el fenómeno en cuestión, y solo sirve para confundir. Si en la América Latina de entre los años 19330 y 1960 el término correspondía a algo más preciso - el varguismo, el peronismo, etc.-, su uso en Europa a partir de los años 90 es cada vez más vago e impreciso. Se define el populismo como "una posición política que toma partido por el pueblo frente las élites", lo que es válido para casi cualquier movimiento o partido político. Este pseudo-concepto, aplicado a los partidos de extrema derecha, conduce -voluntaria o involuntariamente- a legitimarlos, a hacerlos más aceptables, cuando no simpáticos -¿quién no está por el pueblo y contra las élites ?- evitando cuidadosamente los términos que provocan rechazo: racismo, xenofobia, fascismo, extrema derecha. "Populismo" es también utilizado de forma deliberadamente mistificadora por las ideologías neoliberales para crear una amalgama entre la extrema derecha y la izquierda radical, caracterizadas como "populismo de derechas" y "populismo de izquierdas", opuestos a las políticas liberales, a "Europa", etc.

VII. La izquierda de todas las tendencias -con algunas excepciones- ha subestimado cruelmente el peligro. No ha visto venir la ola parda, por lo tanto, no ha visto necesario tomar la iniciativa para una movilización antifascista. Para ciertas corrientes de la izquierda, la extrema derecha no es más que un producto de la crisis y del desempleo, siendo éstas las causas a las que hay que atacar, y no al fenómeno del fascismo en sí. Estos razonamientos típicamente economicistas han desarmado a la izquierda ante la ofensiva ideológica racista, xenófoba y nacionalista de la extrema derecha.

VIII. Ningún grupo social está inmunizado contra la peste parda. Las ideas de la extrema derecha, y en particular el racismo, han contaminado no solo a una gran parte de la pequeña burguesía y de los desempleados, también a una parte de la clase trabajadora y de la juventud. En el caso francés esto es particularmente llamativo. Estas ideas no tienen ninguna relación con la realidad de la inmigración: el voto por el Frente Nacional, por ejemplo, ha crecido particularmente en algunas regiones rurales que jamás han visto a un solo inmigrante. Y los inmigrantes gitanos, que han sido recientemente el objetivo de una ola de histeria racista bastante impresionante -con la complaciente participación del antes ministro "socialista" de Interior, Manuel Valls- son menos de veinte mil en toda Francia.

IX. Otro análisis "clásico" de la izquierda sobre el fascismo es el que lo explica esencialmente como un instrumento del gran capital para frenar la revolución y al movimiento obrero. Pero como hoy el movimiento obrero es muy débil, y el peligro revolucionario inexistente, el gran capital no tiene interés en sostener a los movimientos de extrema derecha, así que la amenaza de una ofensiva parda no existe. Se trata, una vez más, de una visión economicista, que no tiene en cuenta la autonomía propia de los fenómenos políticos -los electores pueden elegir a un partido político que no tenga el favor de la gran burguesía- y parece ignorar que el gran capital puede acomodarse a toda clase de regímenes políticos, sin demasiados escrúpulos.

X. No hay una receta mágica para combatir a la extrema derecha. Hay que inspirarse, con una distancia crítica, de las tradiciones antifascistas del pasado, pero también hay que saber innovar para responder a las nuevas formas del fenómeno. Hay que saber combinar las iniciativas locales con los movimientos sociopolíticos y culturales unitarios, sólidamente organizados y estructurados, a escala nacional y continental. La unidad con todo el espectro "republicano" puede ser puntual, pero un movimiento antifascista organizado no será eficaz y creíble si está impulsado por las fuerzas que se sitúan hoy dentro del consenso neoliberal dominante. Se trata de una lucha que no puede limitarse a las fronteras de un solo país, sino que debe organizarse a escala europea. El combate contra el racismo y la solidaridad con sus víctimas es uno de los componentes esenciales de esta resistencia.

*****
Traducción: José Gallego para VIENTO SUR


*****

No hay comentarios: