sábado, 17 de mayo de 2014

LAS PATOLOGÍAS DE LA ECONOMÍA: El Paro, la desigualdad y la pobreza. (El crecimiento económico y la desigualdad económico social en América Latina)

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Hoy la Europa en poli-crisis sistémica, se imponen las políticas neoliberales del Consenso de Washington – para ustedes las políticas de la Cumbre de Bruselas - y el gobierno financiero-político de la Troika, políticas que  impusieron en A.L. con violencia en los 90’, hoy  en todos los países de la zona euro. Sin embargo existe un problema central que ustedes no lo consideran: los riesgos de la sociedad global: Muy bien – pero injusto, salvaje y fascista –que las políticas impuestas en escenarios de países de economías desarrolladas, con altos índices de políticas de Estado exitosas, un sistema democrático, fundado y fortalecido en la vigencia de los derechos sociales y políticos Ciudadanos, hoy sea el epicentro de una poli-crisis, estructural, multidimensional, donde el paro, la pobreza es hiriente y cruel, sobre todo que estas políticas de ajuste y austeridad están asesinando a toda una generación de jóvenes. Pero la Europa del Modelo Social Europeo – que exportó al mundo como la mejor contribución política de la Democracia en la Modernidad – se está terminando. El Estado de bienestar se está agotando. Y si ustedes miran lo que hoy acontece en Estados Unidos, verán con claridad que el poder de la Unipolaridad global de los años “gloriosos” de la globalización, de la crisis del socialismo y la Caída del Muro de Berlín y el propio proceso de la Deslocalización Empresarial, todo ese inmenso edificio neoliberal – con pies de barro – hoy se está derrumbando, producto de sus propias políticas de avaricia financiera y fundamentalismo político. 


Europa -la del Modo Social Europeo - que nos entregó al mundo el mejor ejemplo de la Democracia Moderna, hoy es el epicentro de una poli-crisis estructural, centro de ciudades que concentran poblaciones de extrema pobreza, desempleo, hambre y una juventud traicionada por sus gobernantes. Mientras la Troika sigue gobernando con sus políticas de austeridad y sectores sociales empobrecidos - de una clase media destruida - luchan por un plato de comida. Ese es el neoliberalismo.
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Asistimos hoy post-crisis del 2008 – a un Cambio de Época Histórica –el multilateralismo mundial sustituyó en definitiva al “viejo” poder imperial del Estado corporativo global. Se está forjando desde los escenarios emergentes de las economías BRIChS, un  Nuevo Orden Mundial, regional y descentralizado, pero  nuevamente ingresa lo peligroso de la complejidad, múltiple, turbulenta y multipolarizada de la sociedad global y su riesgo inminente producto de la propia crisis estructural, los nuevos centros de concentración de la pobreza extrema, el desempleo, la migración ilegal,- la globalización de la indiferencia - la liquidación de derechos sociales – privatización de servicios públicos – el envejecimiento de la población, el avance incontenible de la economía de la guerra y la economía criminal hoy globalizada en los escenarios de escenarios de la Ciudad Global. La respuesta contestataria en las calles y plazas, recuperando el espacio público – escenario de los movimientos sociales contestatarios, anti-globalización neoliberal – hoy están forjando y construyendo un nuevo proceso político: La Insurgencia Social Ciudadana.


 Brasil, la sexta economía global, hoy escenario de grandes y extensos conflictos sociales. Muchos piensan que el origen es el despilfarro y corrupción en pro del Mundial 2014. es el inicio, pero más allá encontramos al país más desigual del mundo. La desigualdad económico-social hoy es el motor de la lucha de clases donde movimientos sociales urbanos y rurales - más grupos radicales de jóvenes de clases medias bajas urbanas convocadas por las redes sociales - es el centro de un continente donde el crecimiento económico es la "·estrella mundial" del neoliberalismo.
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Las políticas del Consenso de Washington, definitivamente no han sido la solución que los neoliberales esperaban en tiempos de la globalización. El modelo del crecimiento económico en A.L. ha sido y es una “solución” que beneficia íntegramente a una reducida élite financiero-exportadora, ligada y dependiente de las corporaciones transnacionales, paralelamente estas políticas han reducido – según el discurso de los apologistas neoliberales – la pobreza monetaria. El carácter dogmático, radical, hegemónico del neoliberalismo y sus políticas en A.L. y los grupos sociales de poder, beneficiarios del modelo – clase dominante muy conservadora y enemiga de cambios o reformas – se han opuesto y siguen oponiéndose al cambio y mejorar sus propias políticas ingresando a un proceso de Desarrollo económico-social, con la finalidad de erradicar las lacras históricas del subdesarrollo -, incluso, seguir las recomendaciones de la ONUDI (NN.UU), sobre el proceso de industrialización y el propio proceso político de fortalecer al Estado.
Se han opuesto a todo este conjunto de políticas y hoy tenemos un continente “exitoso”, con una gran crecimiento económico – con tasas que los organismos multilaterales el FMI, BM, la OMC o el BID – presentan a A.L. como el continente, “ el paraíso” que los neoliberales ofrecieron en los 90’(No olvidemos la historia, la Argentina del 2000). Perfecto, incluso ahora A.L. es el continente de mayor inversión de las mega-corporaciones transnacionales, del capital corporativo global – el nuevo modelo del capitalismo de la desposesión, explotación, saqueo-  de nuestros recursos naturales, la biodiversidad y los conocimientos ancestrales – es decir hoy estamos en el centro del “nuevo” Consenso de los Commodities. Resultado un continente, con la mayor y más extensa desigualdad económico-social – es histórica, pero ahora actualizada, hiriente, cruel e inhumana con las políticas neoliberales – en un escenario complejo, turbulento, polarizado, con la población más joven del planeta, con los más altos índices de inseguridad ciudadana, corrupción, violencia y crimen organizado – algunos estados inviables por narco-estados – y crecimiento de la economía criminal.
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Esta es la Democracia, electoral, liberal, representativa, aún hegemónica en tiempos neoliberales. Es un modelo político, sin credibilidad ciudadana, sin confianza social e institucional de la Sociedad Civil y no tiene legitimidad institucional. Hoy los movimientos sociales y la insurgencia democrática ciudadana luchan por una Nueva Democracia, Directa, Participativa, Ciudadana, Cívica y Republicana.
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LAS PATOLOGÍAS DE LA ECONOMÍA: El Paro, la desigualdad y la pobreza.
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Carlos Berzosa. Catedrático de Economía Aplicada. Universidad Complutense de Madrid.

Nueva Tribuna.es Madrid. Sábado 17 de mayo del 2014.

En los años anteriores a la crisis se vivía un periodo de euforia económica de la que participaban políticos, empresarios, banqueros y académicos. Esta gran satisfacción se sustentaba en el crecimiento económico que estaba teniendo lugar a escala mundial, adquiriendo una gran fortaleza en ciertos países emergentes. La expansión económica, aunque no se llegase a lograr en todos los países los buenos registros en cuanto tasas de crecimiento de los más dinámicos, era de todos modos bastante general en los países menos desarrollados, incluidos los africanos. La globalización estaba triunfando, se decía, y ya la economía estaba inmunizada frente a posibles crisis económicas. 

Las importantes tasas de crecimiento que se estaban dando en las naciones menos desarrolladas supuso el acortamiento de distancias con los países avanzados, de modo que por primera vez en bastantes décadas se logró que el foso que separa a las economías ricas de las pobres se estrechara. Este hecho creó un cierto optimismo hasta el punto de que se llegó a afirmar que la globalización iba a ser las respuestas a los problemas de desarrollo que tantos países sufrían. La globalización acompañada de la puesta en marcha de políticas económicas correctas que se basaban en el Consenso de Washington acabaría con lacras como la pobreza y el hambre.

En todo caso, si bien la distancia entre el mundo rico, intermedio, y pobre se acortaba, los países más exitosos estaban generando un aumento de la desigualdad interna. Al mismo tiempo esa desigualdad estaba creciendo en los países avanzados, aunque con resultados dispares. Si bien hubo disminuciones de la pobreza y el hambre se seguían padeciendo muchas privaciones. La desigualdad entre países seguía siendo muy elevada a pesar de todo, como consecuencia de décadas de incremento. La atenuación de las desigualdades entre el desarrollo y el subdesarrollo venía dado en gran parte por China con su gran población. No obstante, si se mide la desigualdad a escala internacional considerando las que se producen en cada país, ésta seguía siendo no solamente excesivamente alta a escala mundial, sino con tendencia a su aumento.

El crecimiento estaba siendo muy desigual y no había correspondencia entre las tasas conseguidas con mejoras sociales que beneficiaran a gran parte de la población. De manera que el desempleo y la falta de oportunidades en los países atrasados seguía dándose en gran escala lo que motivaba a muchas gentes a emigrar hacia los países más desarrollados. Estos a su vez mientras podían acoger a parte de esa mano de obra no lograban el pleno empleo al tiempo que se iban perdiendo derechos sociales. De modo que este modelo de desarrollo que se estaba generando no era capaz de satisfacer necesidades sociales de una parte muy significativa de la población mundial.

El auge económico, como se ha podido apreciar después, estaba asentado en unos pilares poco sólidos hasta el punto de que la naturaleza de ese crecimiento estaba sembrando las semillas de su destrucción. La desigualdad, las burbujas financieras e inmobiliarias, que fueron precedidas a principios de este siglo por las de las tecnologías de la información y comunicación, el elevado endeudamiento de empresas, Bancos y familias, condujeron a un estallido cuyas consecuencias se están pagando aún sin saber a ciencia cierta cuándo se va a despejar la incertidumbre que perdura y que es muy alta. Los daños causados tardarán si es que se consigue en restablecerse.


La juventud la primer víctima directa, cruel y salvaje de las políticas de austeridad en Europa y de las políticas de crecimiento macro-económico en América latina. Este es el mejor ejemplo.
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La economía a escala global sigue padeciendo graves patologías siendo la más grave la del hambre como expone Ziegler en su libro, que resulta muy esclarecedor pero a su vez un tanto aterrador, Destrucción masiva. Geopolítica del hambre (Península, 2013). Un mal que si bien viene de muy atrás se sigue padeciendo aunque se han dado progresos en renta, riqueza, investigación científica y tecnológica. Esta disfuncionalidad entre progreso y las carencias padecidas no se debe, por tanto, a la falta de conocimientos, insuficiencia de renta, escasez de producción de alimentos, y explosión demográfica, sino a la existencia de estructuras injustas y desiguales tanto en la economía global como en el interior de los países, comportamientos de las multinacionales de la agro-industria, y gobiernos dictatoriales y corruptos.

Esta grave patología no es ajena a las otras dos, la desigualdad y el desempleo, que afecta a los países más pobres y que motiva que se produzca esa gran tragedia cotidiana de muertes y heridos que quieren venir al mundo desarrollado huyendo del infierno en que se han convertido muchos países que, además de los dicho, sufren guerras y violencia contra las mujeres. Los países ricos, por su parte, han demostrado su vulnerabilidad ante la crisis económica. El hambre o la insuficiencia alimentaria han aparecido en algunos países y en los sectores más vulnerables de la población. Estos países padecen una desigualdad creciente y elevadas tasas de desempleo.

La crisis ha agravado problemas que ya estaban antes de su surgimiento, aunque un tanto tapados por el deslumbramiento que producía el crecimiento económico. Un modelo de desarrollo basado en el libre mercado no solamente no es una garantía para acabar con el desempleo, la desigualdad y el hambre, sino que en bastantes situaciones las intensifica. Hay que aceptar que la economía no funciona bien si estas patologías no se curan. Además, este modelo supone una agresión permanente contra la naturaleza y el medio ambiente, cuyos efectos negativos ya se manifiestan pero que tendrán unas consecuencias graves en el futuro si no se pone remedio.

La reflexión económica en lugar de asentarse en el conformismo debe profundizar en los temas candentes de la economía mundial y hacer proposiciones para su resolución. El manifiesto lanzado por estudiantes de economía de varios países, y que han firmado como apoyo varios profesores, entre ellos Vicenç Navarro y yo, debe ser un inicio a este debate que resulta urgente para renovar los estudios de la ciencia económica.


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