martes, 27 de agosto de 2013

“ATAQUE A SIRIA. ESTADOS UNIDOS Y SUS ALIADOS, BROTES DE PAROXISMO Y LEJOS DE LA PAZ”. Suenan las trompetas de la guerra.

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Siria, bajo inspección y amenaza de ataque.- Mientras los expertos de la ONU investigan. Estados Unidos advierte que tomará acciones. El gobierno de Al Assad y la oposición se acusaron mutuamente de los disparos contra el equipo de inspectores de la ONU que llegaba para recabar pruebas sobre el supuesto uso de armas químicas contra civiles. Una lluvia de balas cayó ayer sobre los observadores internacionales que por primera vez visitaban el lugar donde se perpetró la matanza de al menos 1300 civiles en Siria. Tras ser blanco de los disparos de francotiradores, el equipo de expertos de Naciones Unidas visitó un poblado en las afueras de Damasco e inició su investigación sobre el supuesto ataque con armas químicas denunciado la semana pasada. El gobierno sirio del presidente Bashar al Assad y los rebeldes que quieren derrocarlo desde 2011 se acusaron mutuamente del ataque al equipo de expertos en la entrada de Muadamiyet, localidad situada en la zona de Ghouta Oriental y bajo control de los rebeldes. Por su parte, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, acusó al gobierno sirio de haber usado armas químicas contra la población civil de su país y advirtió que el presidente Barack Obama no dejará esta acción impune. Luego del tiroteo, el equipo de la ONU tuvo que regresar y reemplazar el vehículo dañado, pero finalmente pudo llegar a Muadamiyet, donde visitó un centro médico improvisado, se entrevistó con los médicos y tomó muestras de víctimas antes de regresar a la capital siria. El fin de semana, la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) visitó el lugar del presunto ataque y cifró los muertos en 355. El gobierno de Al Assad confirmó una ofensiva en Ghouta Oriental, pero negó haber usado armas químicas.

Mujeres en la Ciudad de Damasco, protestan contra la guerra civil interna.
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El ataque de ayer al equipo de expertos de la ONU –que ya se hallaba en Siria para investigar denuncias de otros ataques con armas químicas previos al de Ghouta– coincide con lo que parece ser un creciente respaldo a una acción militar en Siria en caso de confirmarse que se utilizaron armas de exterminio. El equipo de expertos abandonó su hotel de Damasco por la mañana en siete vehículos, informó la cadena de noticias CNN, que publicó imágenes de la partida. Durante una breve declaración en el Departamento de Estado, Kerry explicó que Obama está consultando al Congreso estadounidense y a mandatarios aliados antes de decidir cuál será su respuesta. El secretario de Estado norteamericano no dudó en abrir su exposición con un tono dramático. “La matanza indiscriminada de civiles con armas químicas es una obscenidad moral. Bajo cualquier estándar es inexcusable, y pese a las excusas y equívocos que algunos han fabricado, es innegable”, sentenció. La Casa Blanca ya había declarado que existían pocas dudas de la utilización de armas químicas en el conflicto sirio, pero ayer Kerry fue aún más lejos y cargó toda la responsabilidad sobre el gobierno de Al Assad. “Sabemos que el régimen tiene capacidad de hacer esto y que ha tenido la determinación suficiente para expulsar a la oposición de aquellos lugares que fueron atacados. La decisión del régimen de otorgar acceso (a la zona del ataque) llega demasiado tarde para ser creíble”, agregó el funcionario. Según explicó Kerry, la misión de la ONU que visitó la zona atacada podrá determinar si se utilizaron armas químicas, pero no quién fue el responsable. En su descargo, el gobierno sirio dijo que el ejército custodió el convoy hasta que arribó a una zona controlada por los insurgentes, donde, según agregó, ocurrió el ataque a los observadores internacionales. El vocero del secretario general de la ONU Ban Ki-moon dijo que uno de los vehículos del equipo fue atacado a tiros de manera deliberada, en múltiples ocasiones, en una zona intermedia entre las controladas por el gobierno y los insurgentes, pero que nadie sufrió heridas.


Los niños sirios son los más traumatizados con la guerra civil interna.
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Además, el portavoz Martin Nesirky agregó que el auto quedó inutilizable. El secretario Ban Ki-moon, por su parte, señaló en un comunicado que los expertos visitaron dos hospitales y pudieron entrevistar a testigos, sobrevivientes y médicos, así como recoger algunas muestras de sangre, para su posterior análisis. Ban también adelantó que presentará una queja contundente al gobierno sirio y a la oposición tras el ataque contra uno de los vehículos de la misión. El gobierno sirio culpó a los insurgentes del tiroteo y subrayó que en esa zona la responsabilidad de garantizar la seguridad de los expertos era de los rebeldes. Por su parte, la Coalición Nacional Siria, la oposición en el exilio, acusó a milicias progubernamentales de haber comenzado con los disparos y denunció que fue un intento por intimidar al equipo de la ONU e impedir que descubra la verdad del ataque con armas químicas. En un comunicado, la Coalición Nacional Siria se comprometió a facilitar el trabajo de los expertos en las zonas bajo control de los rebeldes y explicó que los activistas colaboraron con los observadores de la ONU durante su visita. Varios videos colgados en Internet por los grupos opositores muestran a los especialistas hablando con lugareños y médicos en la localidad de Damasco. El equipo, encabezado por el sueco Ake Sellstrom, está en Siria desde la semana pasada, y su misión inicial era estudiar el posible uso de armas químicas en tres episodios previos separados.
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Manifestaciones de la Ciudadanía Siria, en al Ciudad de Damasco, pidiendo el cese de la guerra civil interna.
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“ATAQUE A SIRIA. ESTADOS UNIDOS Y SUS ALIADOS, BROTES DE PAROXISMO Y LEJOS DE LA PAZ”.
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Martes 17 de agosto del 2013.

Juan Francisco Coloane (especial para ARGENPRESS.info)

El objetivo del ataque es apuntar al primer blanco que significa destruir el centro estratégico del alto comando Sirio que es el espacio del Presidente Assad y su entorno y erradicar la capacidad de reacción.

El impacto local y global facilitaría la operación siguiente: La entrada de una fuerza de combate. No se descarta que la operación se efectúe con el pretexto de proteger la misión de inspección de la ONU. En efecto, la misión de la ONU es probable que maneje varias opciones y lleve ese doble objetivo de investigar el uso de armas químicas y entregar el pie de apoyo multilateral para la intervención militar.

La inmovilidad del Consejo de Seguridad de la ONU ante la anunciada intervención militar es preocupante. La actual presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU la tiene Argentina, que no asegura neutralidad por la pérdida de popularidad de la presidenta Sra. Cristina Fernández. Una gestión de Argentina en la presidencia del Consejo que resulte mínimamente a favor de Siria, generaría más clima anti gobiernista.

Si efectivamente el gobierno de Barack Obama hubiera estado interesado en los DDHH en Siria, habría tenido la voluntad política de negociar anticipadamente con sus aliados y con Rusia un acuerdo de detener el conflicto y evitar lo que hoy día aparece inminente: un bombardeo con el sólo objetivo de derrocar un gobierno. Dos años seis meses de un conflicto que puede acabar de la forma en que siempre se pensó: Con un bombardeo; que tomó más de 100.000 víctimas fatales y demoró 30 meses llevarlo a cabo.

Independiente del resultado de la operación, el vencedor político y militar ha sido el gobierno Sirio. Los grandes derrotados de ocurrir el bombardeo son la Alianza Occidental con la Liga Árabe e Israel y Naciones Unidas por permitir tal desenlace. Todo era evitable por cierto si se hubiera aplicado precisamente un respeto genuino por los Derechos Humanos por parte de los países obstinados en derrocar un gobierno.

Resulta entre sorprendente y contradictorio escuchar a jefes de estado como Obama, Cameron y Holland y algunos de sus funcionarios, hablar de derechos humanos violados por el gobierno sirio y su ejército en una guerra donde ellos han contribuido a inyectar terrorismo hasta que se convirtió en protagonista. Cada vez que arengaron que Bashar al Assad debía renunciar, en el fuero interno lo deseaban liquidar y lo hicieron para instigar más violencia.

Treinta meses ha durado la aberración del lado que no quiere negociar y solo persigue derrocar en un propósito convertido en obsesión. Existe una falla de estatura de estadista en estos líderes, sobre todo cuando argumentan que el conflicto, “es ahora un tema de luchas sectarias complejas en las cuáles es difícil incidir e intervenir”.

Por qué no se hizo el mismo raciocinio 15 meses, 10 meses antes. Ahora se dieron cuenta. Por qué el mal cálculo de que no podrían derrocar un gobierno con el método elegido. Por qué ahora el único método es el bombardeo por la implantación de una falsa evidencia. No son preguntas. Son afirmaciones.

Al haber estado recientemente en Damasco, pude tener una visión cercana a toda esa zona periférica del noreste y al suroeste de la gran ciudad donde se ha combatido y que consiste en la gran batalla por la capital.

Puedo confirmar lo que señala el periodista Timothy Bancroft- Hinchey. “En una zona en la que el ejército árabe sirio (gobierno) ha estado haciendo constantes avances y donde las fuerzas de oposición terrorista han sido duramente golpeadas, no tiene sentido para las fuerzas del gobierno utilizar gas nervioso, y no tiene ningún sentido usarlo contra gran número de civiles, incluidos niños, que parece constituyen la mayoría de las víctimas”. (Siria: El falso y predecible ataque con armas químicas. (21 de Agosto 2013. Traducción de Pravda).

Si la OTAN liderada por Estados Unidos ataca unilateralmente con un puñado de aliados a Siria como en Kosovo y el Consejo de Seguridad de la ONU no actúa en propiedad, Siria con sus aliados pueden replicar. El artículo 51 de la Carta de la ONU es claro. Se respetaba durante el período de la bipolaridad y guerra fría, Estados Unidos y la Alianza Transatlántica la han violado permanentemente desde Irak 2003.

Es la bola de fuego que anunciaba el canciller Iraní. Si ese es el propósito de atacar a Siria para derrocar a Bashar al Assad, la bola de fuego no le conviene a Estados Unidos y a sus aliados.

La nueva situación en Egipto con un gobierno militar de transición, orientado a la secularidad y combatir el terrorismo Takfkirista que porta la ideología de al-Qaeda,está estrechamente ligada a la lucha de Siria para mantener su independencia y el pluralismo cultural.

De suceder el ataque, la Alianza Transatlántica se quedará cada vez más aislada de la política exterior moderna que no está por la supremacía total y se estacionará lejos de la Carta de Naciones Unidas.

El senador republicano John McCain señaló a los medios el viernes pasado que “dejar pasar esto”, por el uso de armas químicas supuestamente del gobierno Sirio, “es entregarle un cheque en blanco a cualquier otro dictador para usar armas químicas”. Es grotesco que un ex militar que contribuyó a masacres en Vietnam como MCain, y que es miembro de una corriente republicana neofascista que invadió América Latina, Asia y África con dictaduras y crímenes en el pasado siglo, se pronuncie en esos términos.

Le planteo el tema al revés a este senador que proponía bombardear Siria desde el año pasado y que es partidario de bombardear Irán desde hace más de una década.

Si Estados Unidos ataca a Siria y logra el objetivo de asesinar al presidente Bashar al Assad, se estaría imponiendo el argumento que con el uso de terrorismo y mercenarios protegidos políticamente, se puede derrocar a gobiernos que se oponen o no forman parte de la Alianza Transatlántica.

Lo que llega al límite del paroxismo, es la propuesta de John McCain, Laurent Fabius el canciller francés, así como del primer ministro Cameron, para bombardear Siria sin la aprobación del Consejo de Seguridad, debido a un supuesto ataque con armas químicas del ejército Sirio, no comprobado. El argumento de las armas químicas cada vez está más desacreditado y no ha servido. Entonces hay que operar unilateralmente.

La desprolijidad de los videos (mostrando víctimas) que se subieron a Internet fuera de Siria el día anterior al supuesto ataque, ha sido el sello de la operación organizada para derrocar al gobierno. La desprolijidad ha sido deliberada porque lo que interesa es el objetivo. “Cuando se comió la salchicha no interesa cómo ha sido fabricada”, es una frase que ilustró operaciones propias de la época de Ronald Reagan.

Barack Obama parece emular a Reagan. Al revisar su política exterior, se observa un Obama funcionando con la dualidad de cualquier presidente aplicando la doctrina de la supremacía: Discurso idealista y práctica realista.
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Los cancilleres británico y francés, Hague y Fabius, no dudan de que Al Assad usó armas químicas.
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EUROPA. SIRIA: Suenan las trompetas de guerra.

París, Londres y Washington acuerdan castigar Al Assad.

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La hipótesis sobre una intervención militar occidental en Siria se acercan cada vez más, a pesar del rechazo de Rusia y la prudencia de China. Podría suceder sin el aval del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Eduardo Febbro.

Desde París. Página /12 martes 27 de agosto del 2013.
Con el correr de las horas, la hipótesis sobre una intervención militar occidental en Siria se acerca cada vez más a la realidad, a pesar de la oposición frontal de Rusia. El argumento de esta acción es el presunto uso de armas químicas contra la población civil por parte de las tropas fieles al presidente Bashar al Assad. Con espantosas imágenes de apoyo a sus argumentos, la oposición siria denunció la utilización de armas químicas en un ataque lanzado por las tropas de Al Assad el pasado 21 de agosto, en Ghuta oriental y Muadamiyet al-sham, dos sectores situados en la periferia de Damasco y controlados por los rebeldes. Después de arduas negociaciones, el régimen sirio permitió que un grupo de inspectores de la ONU accediera ayer a las zonas concernidas para verificar la veracidad o no de las acusaciones de los rebeldes. Según éstos, la ofensiva dejó un saldo de más de 1300 muertos. Del total de trece ataques con armas químicas denunciados tanto por la oposición como por el régimen –ambas partes se acusan mutuamente–, la misión de la ONU dirigida por el científico sueco Aake Sellström sólo fue autorizada a verificar tres. Los inspectores, en total once, ya recogieron las primeras pruebas sobre la existencia de gases químicos empleados la semana pasada.
París, Londres y Washington apuntaron sin ambigüedad hacia el presidente sirio. El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, dijo que el ataque “debe sacudir la conciencia del mundo” y recalcó que Al Assad debe “responder por esa atrocidad”. Kerry también aclaró que el gobierno sirio es el único que detenta ese tipo de armas. Más directo, el jefe de la diplomacia francesa, Laurent Fabius, dijo que “lo que resulta evidente es que la matanza tuvo su origen en el régimen de Bashar al Assad. Hay una matanza química establecida, está la responsabilidad de Bashar al Assad, hace falta una reacción y estamos en eso”. No hay hasta el momento ninguna decisión formal que haya sido adoptada, pero las trompetas de la guerra resuenan en las principales capitales occidentales cuyos países son miembros del Consejo de Seguridad de la ONU: Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña. De los otros dos miembros, China y Rusia, Beijing preconizó la prudencia, mientras que Moscú cerró filas detrás de Damasco. El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguey Lavrov, dijo: “Estoy preocupado por las declaraciones de París y Londres según las cuales la OTAN podría intervenir para destruir las armas químicas en Siria sin la autorización del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Se trata de un terreno movedizo y peligroso, así como de una grosera violación del derecho internacional”. Con respecto a este punto, es decir, intervenir sin el aval de la ONU, el canciller francés dijo que esto era posible “en determinadas circunstancias”. Alemania también se sumó al coro de la guerra. El jefe de la diplomacia alemana, Guido Westerwelle, declaró: “La utilización de armas químicas de destrucción masiva sería un crimen contra la civilización. Si el empleo de esas armas se confirma, la comunidad internacional debe actuar. En ese caso, Alemania formará parte de quienes respaldan las consecuencias”.
Cabe señalar que las potencias occidentales no son las únicas que promueven sanciones militares contra Siria. Turquía también se sumaría a una eventual coalición. Las razones son obvias: hostil al presidente sirio Al Assad, Turquía está en primera línea del conflicto. Desde que éste estalló, en 2011, centenas de miles de sirios se han refugiado en territorio turco. Según el ministro turco de Relaciones Exteriores, Ahmet Davutoglu, su gobierno está dispuesto a respaldar una coalición internacional contra Siria, incluso si ésta no cuenta con aval de la ONU. Davutoglu aseguró que “otros 36 o 37 países están discutiendo actualmente esa eventualidad”.
Las modalidades de esa intervención son una copia de ejemplos pasados, como el de Kosovo. En 1999, en nombre de la “urgencia humanitaria”, la administración norteamericana de Bill Clinton lanzó un ataque bajo el amparo de la OTAN contra el régimen del presidente serbio Slobodan Milosevic, y ello sin la previa autorización del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. En virtud del artículo VII de la Carta de la ONU, el Consejo es el único que puede autorizar el recurso a la fuerza. La operación en Kosovo duró 78 días y dejó un saldo controvertido de lo que luego se llamó “daños colaterales”, es decir, la muerte de inocentes.
El procedimiento de la guerra sin el permiso de la ONU fue utilizado varias veces, especialmente por el ex presidente norteamericano George W. Bush cuando invadió Irak en 2003. En uno de los ejemplos más degradantes y mentirosos de la historia mundial, Bush y la coalición que lo respaldó atacaron Irak en base a falsos documentos que supuestamente probaban que el difunto presidente Saddam Hussein tenía depósitos de armas de destrucción masiva. Esas armas pasaron a ser luego “armas de desaparición masiva”, porque jamás se encontraron. En lo que atañe a Siria, los partidarios de la intervención militar quirúrgica tienen varios argumentos al alcance, entre éstos el Protocolo de Ginebra de 1925, que prohíbe el empleo de gases asfixiantes. Los observadores militares alegan que la operación en Siria debería ser breve y sin despliegue de tropas. Su punto de partida sería uno de los cuatro barcos norteamericanos que están en el Mediterráneo, apoyados luego por los misiles crucero franceses y británicos. El esquema parece armado. Sólo falta que alguien apriete primero el gatillo.
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