domingo, 31 de julio de 2011

Todavía el fundamentalismo. “Xenofobia, Religión y Terrorismo el gran desafío del Siglo XXI”.

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Me explico: con la globalización inauguramos, una fase nueva de la Historia del Planeta vivo y de la humanidad misma. Estamos dejando atrás los estrechos límites de las culturas regionales con sus identidades y la figura del Estado-Nación para adentrarnos cada vez más en el proceso de una historia colectiva de la especie humana, con un destino común, ligado al destino de la vida y, en cierta forma, al de la propia Tierra. Los pueblos se pusieron en movimiento, las comunicaciones pusieron en contacto a todos con todos y por distintos motivos, empezaron a circular multitudes por el mundo.

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Todavía el fundamentalismo.


“Xenofobia, Religión y Terrorismo, el gran desafío del Siglo XXI”.


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Leonardo Boff.


El Ciudadano.com Sábado 30 de julio del 2011.



El acto terrorista perpetuado en Noruega de forma calculada por un extremista noruego de 32 años ha puesto de nuevo sobre el tapete la cuestión del fundamentalismo. Los gobiernos occidentales y los medios de comunicación han inducido a la Opinión Pública mundial a asociar el fundamentalismo y el terrorismo casi exclusivamente con sectores radicales del islamismo. Barack Obama de Estados Unidos y David Cameron del Reino Unido se apresuraron a solidarizarse con el gobierno de Noruega y reforzaron la idea de dar batalla mortal al terrorismo, presuponiendo que sea un acto de Al Qaeda. Prejuicio. Esta vez era un nativo, blanco de ojos azules, con nivel superior y cristiano, aunque The New York Times lo presente como “sin cualidades y fácil de olvidar”.


Además de rechazar decididamente al terrorismo y al fundamentalismo debemos tratar de entender el por qué de este fenómeno. Ya he abordado algunas veces en esta columna el tema, que resultó en un libro Fundamentalismo, Terrorismo, Religión y Paz: desafío del siglo XXI. (Vozes 2009). Ahí refiero, entre otras causas, el tipo de globalización que ha predominado desde el principio, una globalización fundamentalmente de la economía, de los mercados y de las finanzas, Edgar Morín llama a la actual “la edad de hierro de la globalización”. No fue seguida, como pedía la realidad, por una globalización política (un gobierno global de los pueblos), una globalización ética y educacional.


Me explico: con la globalización inauguramos, una fase nueva de la Historia del Planeta vivo y de la humanidad misma. Estamos dejando atrás los estrechos límites de las culturas regionales con sus identidades y la figura del Estado-Nación para adentrarnos cada vez más en el proceso de una historia colectiva de la especie humana, con un destino común, ligado al destino de la vida y, en cierta forma, al de la propia Tierra. Los pueblos se pusieron en movimiento, las comunicaciones pusieron en contacto a todos con todos y por distintos motivos, empezaron a circular multitudes por el mundo.


Esta transición no fue preparada, puesto que prevalecía una confrontación entre dos formas de organizar la sociedad: el Socialismo Estatal de la Unión Soviética y el capitalismo liberal de Occidente. Todos debían alinearse con una de las alternativas. Al desmoronarse la Unión Soviética no surgió un mundo Multipolar, sino el predominio de Estados Unidos como la mayor potencia económico-militar del mundo, la Unipolaridad, que comenzó a ejercer un poder imperial, haciendo a todos alinearse con sus intereses globales.


Más que la globalización en sentido amplio, se dio una especie de occidentalización del mundo. Funcionó como un rodillo compresor, que pasó por encima de respetables tradiciones culturales. Esto se vio agravado por la arrogancia típica de Occidente de sentirse portador de la mejor cultura, de la mejor ciencia, de la mejor religión, de la mejor forma de producir y de gobernar.


Esta uniformización global generó fuerte resistencia, amargura y rabia en nuestros pueblos, que veían erosionarse su identidad y sus costumbres. En situaciones así surgen normalmente fuerzas identitarias que se alían con sectores conservadores de las religiones, guardianes naturales de las tradiciones. De aquí se origina el fundamentalismo que se caracteriza por dar valor absoluto a su punto de vista. Quien afirma de manera absoluta su identidad está condenado a ser intolerante con los diferentes, a despreciarlos y en el límite, a eliminarlos.


Este fenómeno es recurrente en todo el mundo. En Occidente, grupos significativos de corte conservador se sienten amenazados con su identidad por la penetración de culturas no-europeas, especialmente el islamismo. Rechazan el multiculturalismo y cultivan la xenofobia. El terrorista noruego estaba convencido de que la lucha democrática contra la amenaza de los extranjeros en Europa estaba perdida. Tomó entonces una solución desesperada: realizar un gesto simbólico de eliminación de los “traidores” multiculturales.


La respuesta del gobierno y del pueblo noruego ha sido sabia: respondieron con flores y con la afirmación de más democracia, es decir, de más convivencia con las diferencias, más tolerancia, más hospitalidad y más solidaridad. Este es el camino que garantiza una globalización humana, en la cual será más difícil que semejantes tragedias vuelvan a repetirse.


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El Cuerno de África, ¿tumba de la globalización?

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En la actualidad, el Cuerno es un nodo estratégico clave para el tráfico entre el canal de Suez, el mar Rojo, el golfo de Adén, India, Indochina, China, etc. A su vez, son comunicaciones vitales para el negocio petrolero internacional. Pero la clave crítica es la perpetua guerra ¿civil? a varias puntas que no cesa en las ex Somalía británica (Berbera) e italiana (Mogadishu) y otras plazas sobre el océano Índico. Esta serie de conflictos yuxtapuestos promueve la piratería en gran escala que se desborda sobre el litoral de Eritrea, Sudán, Yemen y la mismísima Saudiarabia, potencia regional
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El Cuerco de África, podría ser la tumba de la globalización neoliberal.
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El Cuerno de África, ¿tumba de la globalización?


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Mercado.com Sábado 30 de julio del 2011.


No se escucha mencionarlo en Occidente, Oriente o la Liga Árabe. Excepto cuando los piratas somalíes secuestran barcos mercantes. Sin embargo, como sostienen unos pocos, “salvar el Cuerno de África quiere decir salvar a buena parte del planeta


Se trata de una amplia región, bautizada así por los faraones hace más de cuatro milenios, que contiene Etiopía, Eritrea y varias “somalías”. Precisamente ellas pueden ser letales para la globalización, si sus vecinos y las propias potencias no actúan a tiempo.


En la actualidad, el Cuerno es un nodo estratégico clave para el tráfico entre el canal de Suez, el mar Rojo, el golfo de Adén, India, Indochina, China, etc. A su vez, son comunicaciones vitales para el negocio petrolero internacional. Pero la clave crítica es la perpetua guerra ¿civil? a varias puntas que no cesa en las ex Somalía británica (Berbera) e italiana (Mogadishu) y otras plazas sobre el océano Índico. Esta serie de conflictos yuxtapuestos promueve la piratería en gran escala que se desborda sobre el litoral de Eritrea, Sudán, Yemen y la mismísima Saudiarabia, potencia regional.


Tomando Somalía como conjunto étnico y musulmán, son diez a doce millones de personas arrinconadas por sequías perpetuas, guerras, hambrunas y mortandad infantil. Agregando a esas lacras la proliferación de campamentos de refugiados –en general, mujeres y niños-, el cuadro es peor que en Darfur (no lejos de ahí).


Esta emergencia humanitaria, como otros fenómenos indeseables, se agrava por efecto de la globalización misma. En realidad, salvo zonas aisladas, África toda es un baldón para el mundo, sólo comparable –en escala más pequeña-, por Haití, “sucursal” del continente negro.


La geografía de la miseria extrema es muy poco tranquilizadora. Empezando por la propia Somalía, cuyo presidente formal (Sharif Ahmed) no controla las milicias islámicas del sur, que comanda Alí as-Shabbá. Esta guerra localizada impide que lleguen a ambas partes la asistencia de Naciones Unidas, la Unión Africana o la Liga Árabe.


Ese conflicto y otros, desperdigados entre Berbera y Dyibutí, impiden frenar el éxodo de refugiados, que deja cadáveres a la vera de los caminos. Tampoco ayudan las pésimas relaciones entre la cristiana Etiopía –el mayor país del Cuerno-, los musulmanes Sudán y Eritrea y los somalíes. Peor: la tercera parte de éstos habita el Ogadén, controlado por los etíopes, y vive en mejores condiciones.


Nuevamente, entonces, “una tragedia africana demuestra que la globalización, en forma de mercados carentes de ética y regulación, puede ser la tumba de muchas ilusiones”. Así señala el sociólogo italiano Giulio Sapelli.


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sábado, 30 de julio de 2011

Estados Unidos: La crisis inventada. La oposición “política” entre Demócratas y Republicanos”.

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Es probable que la aspiración republicana sea refundar el capitalismo bajo el espíritu corporativo del gran capital y del mercado. Es probable que el estado en su concepción actual, sea un artefacto de poder ineficaz y hasta inorgánico. También que la forma de concebir y hacer gobierno con los sistemas políticos actuales sean innecesarias, bajo la égida del capital. Cuando teóricos ilustres del estado debatían no existía la actual organicidad del capital transnacional y su enorme (¿inconmensurable?) potencia en influir políticas públicas, asuntos de estado y sistemas políticos. Sin embargo el estado ha sido cooptado para no fabricar bienestar social en la población y para obstruir espacios de participación ciudadana que planteen reformas sustanciales al sistema. Cada vez más, los partidos (o parte de ellos) que dominan las elecciones, actúan como sucursales del gran capital.


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Estados Unidos: La crisis inventada.


La oposición “política” entre Demócratas y Republicanos”.


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Jueves 28 de julio del 2011.


Alberto Ampuero (especial para ARGENPRESS.info)



A poco menos de una semana de que venza el plazo para elevar el límite de la deuda, demócratas y republicanos siguen sin ponerse de acuerdo sobre cómo solucionarlo.



Obama quiere que el Congreso aumente el límite de 14.3 billones de dólares de endeudamiento para que la administración siga pagando, pero los republicanos han exigido recortes drásticos del gasto sin aumento de impuestos para frenar el déficit. Obama y los demócratas han accedido a hacer recortes en programas sociales, pero exigen que los más ricos "paguen lo que les corresponda".


En otras palabras, comparten un objetivo estratégico (desmantelar los programas de la red de seguridad social) pero tienen diferentes tácticas para lograr esa meta.



Hay varios planes sobre la mesa, todos suponen concesiones de parte de los legisladores de ambos partidos y del propio presidente Obama, pero ninguno tiene la garantía de ser aprobado La verdad es que a los dirigentes republicanos les da exactamente igual el grado de endeudamiento. Por el contrario, están utilizando la amenaza de una crisis de la deuda para imponer un programa ideológico.



El sector ultraconservador Tea Party, cuyos nuevos miembros de la Cámara fueron elegidos bajo el lema de poner orden en el gobierno y de evitar nuevos impuestos, han ejercido una enorme influencia en las negociaciones.



Para los halcones del déficit, el principal enemigo de la economía es el gasto público descontrolado (como si la crisis hubiera sido provocada por el dispendio fiscal).De modo que usan el límite de la deuda para obtener concesiones políticas mediante amenazas.



Históricamente el límite de la deuda se ha considerado un detalle sin importancia. Siempre que el Gobierno ha pedido al Congreso que eleve el límite de la deuda, este ha accedido. Desde 1960, el Congreso ha permitido en 78 ocasiones subir permanentemente el tope de la deuda; 49 veces con presidentes republicanos y 29 veces con presidentes demócratas. A un año de que se celebren elecciones presidenciales en Estados Unidos, la elevación del límite del endeudamiento ha dejado de ser un trámite parlamentario para convertirse en un arma política.



De hecho, es difícil evitar la sospecha de que los dirigentes republicanos en realidad quieren que la economía vaya mal El gobierno estima que el límite de la deuda, ubicado actualmente en 14.3 billones de dólares y que se alcanzaría el 2 de agosto, debe aumentarse en 2,4 billones para que pueda cumplir con los compromisos hasta noviembre de 2012, después de las elecciones presidenciales.



El no elevar el límite de la deuda obligaría al Gobierno a hacer recortes del gasto drásticos e inmediatos, y recortar drásticamente el gasto en un momento en el que la economía está profundamente deprimida destruiría cientos de miles de puestos de trabajo. Así que lo que realmente se está produciendo es una extorsión pura y dura.



Por qué lo hacen?



Creen que llevan la delantera. Porque la opinión pública culpará al presidente de la crisis económica que ellos amenazan con provocar.



La derecha en Estados Unidos ha logrado ya entronizar como verdad absoluta la idea falaz de que la mayoría de la población quiere "meter en cintura" los gastos excesivos de un gobierno dispendioso. En lugar de enfrentar esa narrativa torcida, Obama ha preferido doblarse y tratar de conciliar. Éste será uno de sus errores más graves



Un sondeo de Reuters/Ipsos encontró que los estadounidenses están abrumadormente preocupados sobre la crisis de deuda y una mayoría -56 por ciento- apoya una mezcla de alzas impositivas y recortes de gastos que Obama ha defendido y los republicanos han desechado



No obstante la falta de acuerdos para acercar posiciones, Obama confió en lograr un acuerdo antes de la fecha límite. "Estamos empujando esto hasta el último minuto, pero al final creemos que el Congreso actuará adecuadamente", afirmó. Así también lo sintió el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, al señalar que Estados Unidos "no puede entrar en cesación de pagos"



No nos engañemos. La “crisis” del techo de la deuda es utilizada como farsa por los responsables políticos de la Casa Blanca y el Congreso a fin de recuperar de la gente trabajadora los billones de dólares que dieron (y siguen dando) a los titanes de Wall Street, a los beneficiarios de la guerra y del militarismo, y a los super ricos (en forma de inmensas ventajas fiscales).



También tiene el propósito de asustar a la gente ante una “inminente crisis de la deuda” para ocultar sus verdaderas intenciones. Como había demostrado Naomi Klein en La doctrina del shock, las elites financieras aprovechan los estados de conmoción creados por crisis económicas para suprimir las conquistas de los trabajadores


Alberto Ampuero es periodista de Riverside, California.


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Los yanquis en default.La deuda pública, la acumulación de intereses: el imperio en su hora final”.

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El capitalismo ha llegado a una concentración tan enorme de los recursos económicos que podría salir de esta crisis con un gasto planificado gigantesco, que elevaría la producción y el movimiento comercial, y con ellos las finanzas públicas. El problema es que esos recursos están concentrados en manos privadas, que operan en función de sus propios intereses, y que el capital financiero ocupa la cúspide de esa concentración económica. Por eso, la salida del gasto impone la nacionalización, la usurpación de la propiedad capitalista por el Estado capitalista. En contra de esta tendencia, la crisis, por esto, ha propiciado el florecimiento de un mercado incendiario: el de los seguros contra default, que apuestan a que se produzca una cesación de pagos de los Estados, como si las compañías que venden esos seguros pudieran cumplir con los compromisos en el caso de un estallido.


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Los yanquis en default.


“La deuda pública, la acumulación de intereses: el imperio en su hora final”.


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Viernes 29 de julio del 2011.



Jorge Altamira (especial para ARGENPRESS.info)



Hace tiempo que Estados Unidos se encuentra en cesación de pagos (‘default'). La deuda pública federal es de 14 billones de dólares -un ciento por ciento del PBI; el déficit fiscal del ejercicio 2011 supera el 10% de ese producto, en las cercanías de los dos billones de dólares. El cómputo de la deuda pública no incluye a los estados de la federación y a los municipios -muchos de los cuales, entre ellos el estado de California- han dejado de pagar sus cuentas en dólares para hacerlo en una suerte de moneda local, un certificado denominado IOU.



La ruleta



Estados Unidos ha dejado de pagar su deuda pública hace bastante tiempo, porque solamente la renueva. La causa principal de su crecimiento es la acumulación de intereses que se pagan con la emisión de deuda nueva. La tasa de ese crecimiento de la deuda supera la del PBI -por eso ha pasado del 62 al 100% en el curso de cuatro años. De modo que cuando se dice que Estados Unidos podría incurrir en defol, se oculta que ya lo ha hecho. La potencia capitalista más importante está en cesación de pagos, el valor de su deuda en el mercado no tiene nada que ver con la realidad. La cotización de la deuda pública disimula la desvalorización del dólar, la moneda que se usa como referencia mundial. Si se valuara la deuda norteamericana en términos de francos suizos, ni qué decir en términos de la cotización del oro, quedaría claro que ya ha sufrido una desvalorización suficiente como para ser declarada deuda basura o en default. La deuda pública norteamericana vale, en términos de oro, el 12% (un 88% inferior) con referencia a 2005 (lo que cayó la deuda de Argentina, en 2002, en términos de dólares).



Una disposición legal fija, sin embargo, un techo al endeudamiento en que puede incurrir Estados Unidos, que el Congreso va subiendo cada vez que se llega al tope. Es lo que ocurre ahora con el techo de los 14 billones. Pero Estados Unidos no va a dejar de seguir pagando su deuda impagable ni de renovar la deuda que va venciendo. La Constitución misma le exige honrar la deuda pública, aunque no le prohíbe devaluarla, claro, recurriendo a la desvalorización de la moneda. Al llegar al techo sin obtener una autorización del Congreso para subirlo, el gobierno dejará de pagar gastos sociales y hasta salarios, o suspender y despedir personal, pero seguirá con la ruleta financiera. Esta situación muestra el condicionamiento que impone el capital financiero al conjunto de la economía capitalista, en contraste con lo que ocurría en el siglo XIX, cuando los Estados enfrentaban sus crisis mediante el defol y la ruina de los acreedores.



Entre Boudou y los chinos



La deuda pública norteamericana tiene, sin embargo, algunas características explosivas. La más importante es que el cincuenta por ciento de ella se encuentra en manos extranjeras -bancos centrales y tenedores privados. Una inflación interna puede disminuir (desvalorizar) esa deuda en relación con los precios de otros activos en el interior del país y operar como una transferencia de valor entre los tenedores de diferentes formas de capitales. Los acreedores internacionales (China, Japón, Alemania, Brasil) podrían recurrir a deshacerse de los bonos y títulos públicos en su poder, y desplomar el mercado de capitales norteamericano y el comercio internacional. Como el perjuicio para los acreedores sería enorme, el manejo de la deuda pública sería el disparador de una crisis política mundial.



Otra característica es que el Banco Central norteamericano -siguiendo en esto al maestro Boudou- ha estado comprando la deuda de corto plazo, de modo que tiene hoy en sus arcas el 60% de ella. Esta medida inyectó dólares en los bancos y redujo el monto de deuda en circulación, o sea que redujo la oferta de títulos públicos para sostener su cotización -una expresión de que la deuda es impagable y de que su valuación en el mercado es ficticia. El gobierno de Obama tiene la opción de suspender el pago de esa porción de la deuda, o sea convertirla en circulante para reactivar la economía. Esto, sin embargo, no sólo desataría una reacción interna de los grandes bancos sino, con seguridad, una salida de capitales.



Obama pretende que el Congreso suba el techo del endeudamiento, a cambio de lo cual promete reducir el déficit en seis años. Los republicanos se oponen, con dos planteos: que el aumento del techo cubra un año financiero solamente y que la reducción del déficit sea mayor que la prometida por Obama y con acento en la poda de los gastos sociales. La prensa presenta la crisis de la deuda como un enfrentamiento entre dos variantes del ajuste o como una competencia frente a las elecciones de 2012, o como un resultado de la presión de la derecha en el partido republicano, pero relegan la evidencia de la inviabilidad del presente cuadro financiero de Estados Unidos -o sea de la obligación de hacer lo que ya muchos admiten para Grecia: la declaración de un defol.



Yanquis y helenos



En el estadio actual del desarrollo financiero del capitalismo, el valor de una moneda lo determina la cotización de la deuda pública. La deuda norteamericana es el anteúltimo refugio del capital frente a la crisis; el refugio último, el oro, sería, precisamente por eso, el detonante de un derrumbe mundial, porque privaría a los Estados de los medios para financiarse. El defol de Estados Unidos pone de manifiesto el carácter universal del derrumbe de Grecia.



El capitalismo ha llegado a una concentración tan enorme de los recursos económicos que podría salir de esta crisis con un gasto planificado gigantesco, que elevaría la producción y el movimiento comercial, y con ellos las finanzas públicas. El problema es que esos recursos están concentrados en manos privadas, que operan en función de sus propios intereses, y que el capital financiero ocupa la cúspide de esa concentración económica. Por eso, la salida del gasto impone la nacionalización, la usurpación de la propiedad capitalista por el Estado capitalista. En contra de esta tendencia, la crisis, por esto, ha propiciado el florecimiento de un mercado incendiario: el de los seguros contra default, que apuestan a que se produzca una cesación de pagos de los Estados, como si las compañías que venden esos seguros pudieran cumplir con los compromisos en el caso de un estallido.



Al ingresar al quinto año de la crisis, todos los fundamentos del capitalismo han sido puestos en cuestión.


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viernes, 29 de julio de 2011

Las rutas que llevan a una mejor globalización. "Líderes mundiales: la respuesta es creando un ciudadano y una empresa enraizada y cosmopolita".

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Si una empresa quiere triunfar en otros mercados, no puede empezar la casa por el tejado. Debe analizar sus relaciones culturales, administrativas, geográficas y económicas; sin olvidar que “lo que está lejos y lo que está cerca depende de dónde estás y de cómo entiendes el mundo.” Hay que ser coherente y evitar despistarse. Claro que si una empresa decide apostar por estar en todo el mundo, deberá pensar en crear una organización y unos equipos humanos pertinentes. Los conquistadores sólo salen por generación espontánea una vez cada equis tiempo. En el caso de las grandes empresas, las soluciones que pueden emprender pasan por potenciar la diversidad cultural y geográfica en lo alto de las organizaciones hasta la descentralización de las operaciones.


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Las rutas que llevan a una mejor globalización.
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Las rutas que llevan a una mejor globalización.


"Líderes mundiales: la respuesta es creando un ciudadano y una empresa enraizada y cosmopolita".


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Expansión.com Viernes 29 de julio del 2011.


En ‘World 3.0’, Pankaj Ghemawat se aboga por una mayor integración para todos.


Los intentos para arreglar el mundo desde posiciones académicas han florecido en los últimos años por razones de sobra conocidas. Dentro de las respuestas dadas ha nacido una nueva visión utópica, donde las relaciones entre estados y ciudadanos sean respetuosas, desde la libertad, la tolerancia, la competencia, la responsabilidad, las diferencias identitarias y sociales.


No resulta difícil simpatizar con la propuesta de Pankaj Ghemawat. Profesor de Estrategia Global del IESE y exprofesor de Harvard Business School, Ghemawat es uno de los pocos gurús en mayúsculas que difunden su doctrina por el mundo. Su recorrido profesional y su cosmopolitismo sin duda han influido en unas posiciones en las que sólo recalcitrantes proteccionistas de ultraizquierda o ultraderecha pueden oponerse.


Pero, para lograr este nuevo mundo 3.0, como lo bautiza, los líderes mundiales (ya sean empresariales o políticos) deben hacer los deberes. No sea que regresemos al mundo 0.0, 1.0 o al excesivamente magnificado 2.0, donde las raíces locales quedarían totalmente liquidadas por las globales.


Aplicar la simbología web, de la que empieza a abusarse demasiado, le sirve al autor del ensayo para analizar de dónde venimos y dónde estamos. Un motivo perfecto para defender que no somos tan globales como parece. En una crítica velada al libro El mundo es plano de Thomas Friedman en el que empieza contando las barreras burocráticas y comerciales que aún existen en la frontera entre Canadá y Estados Unidos, una de las más porosas del mundo. “El mundo está semi-globalizado hoy y lo seguirá siendo en el futuro”, resume.


La pregunta es ¿cómo? La respuesta es creando un ciudadano y una empresa enraizada y cosmopolita al mismo tiempo. Si, para acabar de redondear, los estados observan sus relaciones comerciales sin temores, con transparencia y fijando unas reglas básicas, el mundo estará cerca de ser perfecto.


Una receta de realismo


Con todo, Ghemawat ofrece una receta de realismo. No todas las empresas son iguales ni tienen la misma experiencia. Los aprendizajes no pueden hacerse a tontas y a locas. Sobre todo en aquellas compañías que, por seguir la estampida o debido a modas, quisieron ir a vender a 10.000 kilómetros de distancia antes de hacerlo al lado de casa y sin tener los recursos preparados.


Si una empresa quiere triunfar en otros mercados, no puede empezar la casa por el tejado. Debe analizar sus relaciones culturales, administrativas, geográficas y económicas; sin olvidar que “lo que está lejos y lo que está cerca depende de dónde estás y de cómo entiendes el mundo.” Hay que ser coherente y evitar despistarse.


Claro que si una empresa decide apostar por estar en todo el mundo, deberá pensar en crear una organización y unos equipos humanos pertinentes. Los conquistadores sólo salen por generación espontánea una vez cada equis tiempo. En el caso de las grandes empresas, las soluciones que pueden emprender pasan por potenciar la diversidad cultural y geográfica en lo alto de las organizaciones hasta la descentralización de las operaciones.


En estos casos, Ghemawat expone ejemplos de las grandes multinacionales, de IBM a General Motors, que han repartido por el planeta sus estructuras directivas y productivas. Sólo así será posible enraizarse en el territorio.


También ocurre con el consumo. Y no sólo de automóviles, donde las marcas adoptan sus modelos dependiendo de los mercados. La cadena McDonald’s ha adaptado su clásica oferta a la comida típica de cada país. En medios de comunicación, algo similar ha pasado con la oferta televisiva del canal MTV: más sexy en Brasil y más elegante en Italia.


¿Y respecto a las personas? Ghemawat propone al lector que realice una encuesta para saber si cumple con el protocolo del mundo 3.0. Si pudiera realizarse a todo el mundo, incluso sólo en los países de la OCDE, seguro que los resultados estarían mucho más alejados del cosmopolitismo respetuoso de lo que pensamos.


Aunque no se considera un especialista en el sector financiero, Pankaj Ghemawat no evita dar un breve recetario sobre qué hacer con el movimiento de capitales. Al fin y al cabo, el dinero –¡y la deuda colateral en que incurre!– ha sido y es el bien más globalizado que existe. Diversificar el riesgo geográficamente, acentuar las alarmas, establecer sistemas de frenos para atenuar los excesos del mercado, crear reservas estratégicas que puedan servir de almohadas y diseñar redundancias sin miedo.


Los gobiernos deberán establecer una regulación no invasiva y coordinar acciones para controlar los desequilibrios de capital que puedan crearse entre los países como efecto de los movimientos financieros. Para cerrar, el profesor del IESE envía un recado a sus lectores: “La mejor forma de ser un ciudadano global es construir puentes a través de las diferencias culturales, geográficas y económicas, incluso allí donde los mercados no pueden hacerlo.” Demasiado bonito. ¿O no?


España un país donde es difícil ser empresario


Para promover la productividad hay que reducir las barreras para crear negocios, entre otras medidas. España, según el Banco Mundial, ocupa la posición 150 entre 180 países con más dificultades para ser empresario. El profesor Ghemawat considera que la destrucción de empresas medianas es el peor indicativo económico del país. ¿Por qué?. “El gobierno español está mucho más preocupado por las grandes empresas que por las pymes. A finales de 2010, el presidente Zapatero se reunió con los representantes de las 37 mayores empresas, que representan un 5% del empleo.”


Para Ghemwat, los subsidios –sobre todo al sector del automóvil y la construcción– y las ayudas a la innovación han ido destinadas en exceso a los grandes sectores y se han olvidado de las pequeñas firmas. “En España no ha habido crecimiento en productividad desde 2000. Es muy difícil imaginarse un escenario de empleo robusto sin que la productividad repunte.”


¿Quién piensa que cada vez hay menos competencia? Del automóvil a Microsoft


Una de las leyendas urbanas más socorridas contra la globalización es decir que cada vez hay más concentración de industrias y menos competencia. Gemawhat demuestra que estos temores son infundados. Pone como ejemplo la industria del automóvil. En 1920, una empresa (Ford) contaba con el 50% de la cuota de mercado del sector; en 1950 eran dos; en 1970 sumaban cinco y ahora son seis. “La integración comercial entre los países ha aumentado la competencia a nivel global. Además, con la aparición de grandes compañías en países emergentes como China e India, tendemos hacia una mayor oferta en los próximos años.


Un análisis realizado sobre diez sectores distintos concluye que de once sectores analizados, de 1980 a la actualidad, sólo ha habido un aumento considerable de concentración en los sectores de bebidas gaseosas y de aluminio; y ligero en petróleo, acero, cemento y papel; aunque sin llegar a controlar el 20% las principales firmas. En materias primas, las industrias mineras de hierro y cobre han ganado en competencia; aunque no tanto como las aerolíneas.


Ghemawat estima que el principal creador de competencia estos años ha sido la tecnología, que ha roto oligopolios en sectores que parecían inmunes a una mayor competencia como las telecomunicaciones y el software. De hecho, cuenta que cuando Microsoft estaba siendo perseguido por prácticas de monopolio a finales de los noventa, estaba naciendo Google; Facebook y Twitter no existían; Apple no levantaba cabeza y los sistemas operativos abiertos eran usados por una minoría de expertos. Lograr mejorar y aumentar la competitividad a niveles locales y globales es una responsabilidad de los gobiernos, que deben apoyar y abrir, pero sin intervenir.


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Barack Obama y su épica para salvar un sistema en crisis. “La nueva cultural capitalista y la autodestrucción del imperio”.

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Hoy, la disyuntiva es similar. Si se implementa el plan republicano de no elevar impuestos a los ingresos anuales superiores a US$ 250.000, centrado en contener el gasto fiscal que deriva en cortar programas sociales especialmente en salud y subsidios a los más pobres, y en reducir el gasto en proyectos de infraestructura, el gobierno corre el riesgo del default y de carecer de la mínima liquidez para funcionar a partir de Agosto. Obama postula incrementar en un porcentaje moderado la deuda fiscal, elevar los impuestos de los más ricos, inyectar más recursos fiscales a proyectos de infraestructura que generan empleo y mantener los programas sociales más indispensables.


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Barack Obama y su épica para salvar un sistema en crisis.


“La nueva cultural capitalista y la autodestrucción del imperio”.


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Jueves 28 de julio del 2011.


Juan Francisco Coloane (especial para ARGENPRESS.info)



La contra republicana continúa estigmatizando al presidente de Estados Unidos, con una mezcla de epítetos absurdos y lunáticos y una férrea ofensiva para reducir drásticamente el tamaño del estado, o el gobierno, en la jerga norteamericana.



Es crucial el debate en Estados Unidos sobre el gasto fiscal, los impuestos, la reducción de la deuda fiscal y del presupuesto de los futuros años. Es similar al debate del rescate a la economía cuando los republicanos se oponían tenazmente a que el estado inyectara liquidez a bancos e instituciones financieras en quiebra durante la crisis de 2008. Fue nítido en que si ese dinero no se hacía disponible a las instituciones financieras fallidas, se desplomaba todo el sistema y la crisis sería peor que la de 1929.



Hoy, la disyuntiva es similar. Si se implementa el plan republicano de no elevar impuestos a los ingresos anuales superiores a US$ 250.000, centrado en contener el gasto fiscal que deriva en cortar programas sociales especialmente en salud y subsidios a los más pobres, y en reducir el gasto en proyectos de infraestructura, el gobierno corre el riesgo del default y de carecer de la mínima liquidez para funcionar a partir de Agosto. Obama postula incrementar en un porcentaje moderado la deuda fiscal, elevar los impuestos de los más ricos, inyectar más recursos fiscales a proyectos de infraestructura que generan empleo y mantener los programas sociales más indispensables.



Este debate es universal y las manifestaciones estudiantiles, por ejemplo en Chile, son precisamente demandar un estado más fuerte que se empeñe en la protección social, y que es la misma agenda de Barack Obama al inicio de su gobierno, y por lo cual fue elegido en gran medida. La frasecita de que “se cuide la plata de todos los ciudadanos y no se despilfarre en programas sociales” ha sido una martingala con el hedor demagógico del lobby político del gran capital privado que perdura en el tiempo.



Es la situación de Chile y muchas otras naciones con un alto porcentaje de la población expresando desesperación por el modelo económico. Como contrapartida, se han detectado redes de ultra derecha en EUROPA con rasgos neofascistas orientados en contra de un estado que regule la fuerza desatada del capital y que ejerza funciones en la protección social.



Ante la negativa republicana en seguir negociando, Barack Obama en su discurso a la nación del 26 de julio advierte - con una resonancia global por tratarse de Estados Unidos- , de la gravedad de la crisis política: “El pueblo americano puede haber votado por un gobierno dividido, pero no ha votado por un gobierno disfuncional”. Lúcidamente insertó la prerrogativa parlamentaria dentro de una concepción unitaria de gobierno. Es claro, gobierno y estado no son lo mismo, pero dependiendo cómo se administra son lo mismo. Para salvar el sistema debe ser lo mismo.



La afirmación pone el dedo en la llaga relanzando un punto central de la agenda (global) para salvar al sistema capitalista actual: fortalecer el rol del estado en algunas funciones que ni el capital privado ni el mercado pueden realizar. Es su batalla en solitario desde el centro para salvar al sistema.



Desde Hobbes, pasando por Spinoza, Hegel, Marx y Weber hasta Keynes y Schumpeter, la discusión de más o menos estado pata equilibrar las asimetrías que genera el capitalismo ha sido un debate constante. La disfuncionalidad en el gobierno a que apunta el presidente de Estados Unidos, solo es explicable en una regresión bien primitiva del debate a los comienzos de la era capitalista, más de dos siglos atrás.



Es el estado de situación de un capitalismo en crisis política y económica, que no es más que la crisis del estado liberal en esta fase en donde se le ha asestado un golpe a su núcleo de justicia social con la implantación de un modelo con preponderancia desmedida del mercado y el poder del capital. Bajo este escenario, por mucho que se propague la idea de las redes sociales de internet como mecanismos de generar respuestas sociales a la inanición de representatividad del sistema político, el desnivel entre el poder de organización del capital corporativo y la capacidad de organización de la ciudadanía es inmenso.



Es así que Barack Obama ha sido llamado de “Commy-pinko-marxist-fascist-anti-Christ-evil”, por lobistas republicanos. El cocktail es someramente un engendro: “Simpatizante comunista-marxista-fascista, diablo anti cristiano”. Si no fuera por el dramatismo del debate entre los que abogan por el aniquilamiento del estado y los que intentan salvarlo y de paso salvar al capitalismo, estas diatribas serían otro capítulo de la opereta en política.



Los calificativos exhiben la debilidad republicana frente a un presidente que lo único que hace –arriesgando su credencial de progresista- es construir una agenda que contemple los puntos de vista republicanos, con mínimas reformas a un sistema que se carcome por dentro económica y políticamente. La receta de Obama para salvar el capitalismo, en un sentido integrado de economía y sociedad, pasa por reforzar el estado y los republicanos se resisten a conceder esa posibilidad.



Es probable que la aspiración republicana sea refundar el capitalismo bajo el espíritu corporativo del gran capital y del mercado. Es probable que el estado en su concepción actual, sea un artefacto de poder ineficaz y hasta inorgánico. También que la forma de concebir y hacer gobierno con los sistemas políticos actuales sean innecesarias, bajo la égida del capital. Cuando teóricos ilustres del estado debatían no existía la actual organicidad del capital transnacional y su enorme (¿inconmensurable?) potencia en influir políticas públicas, asuntos de estado y sistemas políticos.



Sin embargo el estado ha sido cooptado para no fabricar bienestar social en la población y para obstruir espacios de participación ciudadana que planteen reformas sustanciales al sistema. Cada vez más, los partidos (o parte de ellos) que dominan las elecciones, actúan como sucursales del gran capital.



En noviembre de 2012 es la próxima elección presidencial y para los republicanos ganar posiciones en la carrera electoral es una cuestión de tiempo. Si la economía no se recupera con mayor velocidad, y el desempleo continúa rampante, los republicanos no tendrán necesidad de acudir a elaboradas estrategias para impedir que Barack Obama sea reelecto.



Es probable que los mismos factores de crisis que influyeron en la derrota electoral de George W. Bush, graviten en las posibilidades de reelección de un presidente como Obama, que está muy lejos de las posturas de la administración que precisamente contribuyó a fabricar la crisis. Si las dos guerras, el alto desempleo y una economía con un fuerte residual de la crisis de 2008 continúan afectando la convivencia política interna en Estados Unidos, el neoconservadurismo está en condiciones de recuperar el gobierno y acabar con la tarea iniciada por Ronald Reagan de liquidar el estado como lo hemos conocido hasta ahora. El ajuste estructural a la economía global iniciado en los años 80 por Reagan, además de acabar con el rol del estado en el bienestar social, iba acompañado de una reforma institucional concibiendo al estado con un rol reducido a la seguridad territorial y el control de la vida interna.



Es la nueva cultura capitalista que intenta imponerse en su última fase de autodestrucción. Formar sociedades esclavizadas bajo la dictadura del gran capital corporativo sin contención y regulación, ahora convertido en un poder transnacional para formar un gobierno planetario en un mundo diseñado como fábrica de rentabilidad planetaria. El que queda afuera perece. El que protesta, hay que aniquilarlo. Fascismo y dictadura, la nueva fase del capitalismo entra el escena y Barack Obama lo está viviendo descarnadamente desde la cúspide del poder.


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jueves, 28 de julio de 2011

.PERU. Nuestra Independencia Nacional. Nuestro compromiso: Terminar la histórica desigualdad económico-social.

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Han transcurrido 190 años de vida republicana, así como conseguimos nuestra Independencia Nacional de yugo colonial español, el 28 de julio de 1821, las guerras entre caudillos militares, una oligarquía dominante basaba su poder en la gran propiedad de la tierra agraria, en espacial en la costa, dominó y explotó por más de 150 años, a negros, chinos y campesinos, modernizó la agricultura de exportación, principalmente en la producción de la caña de azúcar en la zona norte del país. Uno de los centros geográficos donde nació la clase obrera a finales del siglo XIX. Por intereses políticos, establecieron alianzas los terratenientes y gamonales andinos para explotar por décadas a campesinos e indios en especial en la región sur-andina. Ingresó un débil capitalismo comercial que por décadas convivió parasitariamente con el gamonalismo andino y explotó para la exportación al mercado europeo, la Lana de alpaca y ovinos. La República Aristocrática", fortaleció este poder. El Aprismo y el Socialismo de Mariátegui de los años 30, constituyen las fuerzas políticas principales que luchan con metodologías y plataformas políticas contra este poder tradicional, conservador y centralista.



El movimiento campesino desde los 50, las grandes movilizaciones y tomas de haciendas y finalmente la Reforma Agraria de 1968, de la "revolución nacionalista" del General Velasco, acabó con esta sociedad tradicional, semifeudal, aristocrática-terrateniente y años después su fracaso llevó al surgimiento de procesos internos como la masiva migración campo-ciudad de millones de campesinos – proceso de descampenización, sin industrialización y desbocado crecimiento poblacional urbano – invasiones campesinas en la toma de haciendas frente a una burocracia civil-militar que estaba destruyendo la Reforma Agraria y posteriormente el surgimiento del terrorismo y la intervención del Estado, que liquidaron y proceso histórico económico, social y político que al final debió tener otros resultados a favor de millones de hombres y mujeres del campo.

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Histórico acontecimiento en la Plaza de Armas de Lima, el 28 de julio de 1821, cuando el General Don José de San Martín, exclama: " El Perú es libre e independiente .. por la voluntad general de los pueblos ....
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PERU. Nuestra Independencia Nacional. Nuestro compromiso: Terminar la histórica desigualdad económico-social.


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Pablo Raúl Fernández Llerena.


Sociólogo. Politólogo.


"No estoy de acuerdo con tus ideas, pero defiendo tu sagrado derecho a expresarlas."


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Los Conflictos Sociales en el escenario nacional del “cambio de época”, (in)surgen nuevos sujetos sociales – actores sociales y protagonistas populares, portan nuevo capital político y democrático, líderes del Perú Profundo, expresión del nuevo poder local emergente, participación comunitaria, ciudadanía múltiple, concatena el poder de la Nueva Sociedad Civil, fortaleza de la Gobernabilidad Democrática y la construcción social y política de la Nueva Democracia, la Democracia de Ciudadanos.



Ciento noventa años de Independencia Nacional, hoy somos un país múltiple, muy complejo y extrema polarización. País sin Ciudadanos, con una débil Sociedad Civil, precaria institucionalidad, violencia y corrupción institucionalizada, muy cuestionada, profunda y extensa crisis de Confianza, relativo compromiso con nuestro futuro, responsabilidad como gran desafío, baja legitimidad política del sistema Democrático. Histórica deuda de desigualdad económico-social, hoy generalizada turbulencia cultural y ambiental. Estamos presentes en el “Cambio de Época” a nivel mundial, continental y nacional, escenario que representa un gran desafío político para nuestra Nación, los partidos políticos, la política, los políticos y el Nuevo Presidente de la República que hoy Juramentó, en representación de millones de peruanos que otorgaron su confianza social en las pasadas elecciones democráticas, limpias, transparentes y constitucionales. Ollanta Humala Tasso, hoy Presidente del Perú, representa la esperanza y el futuro de millones de peruanos. Nuestro saludo desde el Perú Profundo y depositamos nuestra confianza personal y social que las ilusiones de millones de hombres y mujeres de nuestro país se transformen en realidad para construir un Perú Nuevo en un Mundo Nuevo.


A pesar de los grandes y profundos problemas económicos, sociales, políticos, culturales, ambientales, que hacen del Perú un país múltiple en su extensa heterogeneidad social, país complejo en sus profundas diferencias sociales, fracturas políticas, debilidades institucionales y en su extraordinaria diversidad cultural; país con una marcada desigualdad geográfico-regional, heredero de un territorio, símbolo de biodiversidad y depositario de conocimientos tradicionales, reservorio de una rica, dinámica y extraordinaria cultura popular.


El emergente poder local, base y centro de la nueva Sociedad Civil, popular, plural, democrática, expresión de un conjunto de potencialidades endógenas – capacidad, destreza, experiencia, trabajo, tradición, sabiduría, técnicas, etc – y sinergias colectivas locales y regionales, hoy representan y constituyen la fortaleza y columna vertebral de un Perú Nuevo, que emerge y nace desde las raíces de una población marginada, excluida por siglos, diariamente trabajan, se organizan, luchan, producen, viajan, migran – la extraordinaria economía popular peruana – y ante el mundo, (in)surgen, hoy somos parte del DESENCLAVE CULTURAL. Miles de nuestros pueblos, comunidades, presentan ante el mundo parte de su idiosincrasia cultural, su trabajo, su experiencia, su producción, sus éxitos y así vamos derrotando la POBREZA, la corrupción, la indiferencia y el centralismo asfixiante.


Pero no solamente es tarea principal la lucha contra la pobreza, es responsabilidad de primer nivel la lucha contra el desempleo, el subempleo, la informalidad, compromiso de lucha por la reforma integral del Estado – ausente o simplemente presente por siglos pero de forma irresponsable y deficiente -. Trabajar por una revolución en la educación con la finalidad de cambiar la mediocridad, la corrupción y la componenda actual; mejor asistencia en salud, agua, luz , servicios de aguas residuales para todos y trabajar con energía y eficiencia para devolver la confianza que la población y las instituciones necesitan, para derrotar la inseguridad y violencia ciudadana, la economía criminal en todas sus manifestaciones: narcotráfico, lavado de dinero, secuestro, terrorismo, bandas criminales, prostitución de menores, etc.


Recuperar la dignidad a millones de trabajadores que en la década de la dictadura, el terrorismo y el neoliberalismo, el fujimorismo arrebató violentamente los derechos laborales de los obreros, empleados, maestros; igualmente reivindicar y recuperar los derechos sociales y políticos de los trabajadores, comunidades históricas y pueblos originarios, así como garantizar la vigencia de los derechos humanos deben constituir la fortaleza principal de la Nueva Democracia – más allá de la débil, ciega y sorda democracia liberal representativa, hoy asaltada y secuestrada en alta mar, en poder de una banda de piratas, disfrazados de “demócratas” –. Democracia de Ciudadanos, sustentada centralmente en una poderosa, moderna, plural, democrática Sociedad Civil, cuya fortaleza acorazada – en la vigencia irrestricta de los DD.HH – en los derechos constitucionales: económicos, civiles, sociales, políticos, laborales, culturales, étnicos, ambientales. Ciudadanía plena, múltiple columna vertebral de la Nueva Democracia y la forja de la necesaria Gobernabilidad Democrática, producto del consenso de políticas públicas viables, oportunas, necesarias y democráticas frente al conjunto de reclamaciones, reivindicaciones y derechos de los trabajadores, ciudadanos, las comunidades históricas y los pueblos originarios.


Ingresar en la construcción del conjunto de políticas públicas de consenso y concertación nacional en el escenario de una Democracia de Ciudadanos, nos brinda la oportunidad de fortalecer nuevos procesos democráticos de comprensión – saber leer el contenido, mensaje y propuestas que traen las protestas sociales – de los Nuevos Movimientos Sociales anti-globalización: Conflictos Sociales que (in)surgen en tiempos del “cambio de época” entre finales de las Tres Crisis Mundiales, multidimensionales – económico-financiera; cambio climático global y confianza social e institucional – y el surgimiento del nuevo proceso mundial de acumulación del capitalismo: el capitalismo por despojo, el capitalismo por pillaje, dirigidos estratégicamente hacia los recursos naturales – materias primas: minería, energía -gas, petróleo- hidroelectricidad, biodiversidad, conocimientos tradicionales – reservorio de la cultura popular – y ejecución de servicios urbanos: educación, salud, agua, luz, aguas residuales, seguridad ciudadana, comunicación, proyectos, mega proyectos urbanos, rurales y de fronteras.


El Perú, nuestro territorio, uno de los países mega-diversos del mundo con una economía en crecimiento – la más alta de América latina –economía tradicional de tipo extractivista, simplemente exportadora de materias primas, mantiene como reservas naturales hoy los más grandes tesoros selectivos y estratégicos, necesarios y principales para el nuevo proceso de acumulación mundial del capitalismo. Las políticas gubernamentales del Gobierno que hoy constitucionalmente terminó, políticas conocidas como las del “perro del hortelano”, puso a nuestro país, reafirmó y consolidó, como “Marca Perú” en el objetivo central e interés de las corporaciones transnacionales con miles de millones de inversión en minería, petróleo, gas, proyectos urbanos, biodiversidad y apropiación de nuestros conocimientos tradicionales, básicos para la industria alimentaria, farmacéutica, etc.


Este es el contexto donde (in)surgen los Conflictos Sociales que al final del gobierno, según informes de la Defensoría del Pueblo, pasan de los 230 en el mes de junio, con más de 103 muertos en el gobierno de turno, entre ciudadanos, pobladores, campesinos, indígenas, policías, producto de la incapacidad, ceguera e ineficiencia política del gobierno de turno, interesado más en atacar, acusar a los Nuevos Sujetos Sociales emergentes, populares, nuevos actores sociales, que con nuevas formas de organización, movilización, lucha, plataformas de reclamaciones, nuevos liderazgos, nuevas formas de comunicación intercultural, traen consigo un Nuevo Lenguaje político y democrático, no comprendido, menos entendido por la democracia hegemónica y dominante, pero sí interesado por el gobierno de turno de criminalizar la protesta social antes de recurrir al Diálogo, la consulta con las poblaciones, la información necesaria y transparente, respetar sus derechos ciudadanos.


Todo fue letra muerta, porque los protagonistas sociales, los nuevos actores sociales emergentes, como parte del nuevo poder local, de la nueva sociedad civil, siempre han representado para el gobierno aprista, “alanista”, como: comunistas reciclados, opuestos a la inversión minera, utilizados por las ONG ambientalistas, manipulados por curas comunistas y finalmente narcoterroristas y anti-sistema. Jamás encontraron una pista democrática de propuestas y alternativas democráticas de solución, simplemente represión y más represión y para ello también contaron con la complicidad del poder de los medios de comunicación.


Los Conflictos Sociales en definitiva, no son anti-sistema, no son anti-democráticos, son productos de la crisis general del capitalismo y el nuevo proceso de acumulación, voracidad, saqueo, pillaje, despojo de los recursos naturales ubicados en los territorios de las comunidades históricas y pueblos originarios y son producto también de la crisis de la propia democracia liberal representativa que jamás quiso comprender que estas nuevas formas de “hacer política” desde el Perú profundo, desde los pueblos y comunidades son parte de la Democracia, han nacido y continúan naciendo en el corazón de la propia Democracia.


Aquí está el gran reto, responsabilidad, iniciativa y compromiso para comprender su realidad y como nosotros, creemos humildemente, que estamos caminando por un camino distinto, - construimos nuevas pistas y avenidas democrático populares, participativas - el de forjar, construir la Nueva Democracia Ciudadana, recuperando la confianza institucional, en el proceso de encontrar conjuntamente – Estado, Sociedad Civil y Empresa – propuestas y alternativas respetuosas, viables, oportunas y democráticas, teniendo como columna vertebral social y fortaleza política el nuevo poder local emergente, centralizado en la nueva Sociedad Civil Local.


Pero al final, es responsabilidad de todos nostros, construir el camino de reforma y modernización del Estado, con un rol más activo, dinámico, descentralizado, con mayor comunicación y relación directa con las poblaciones comprendidas en su heterogeneidad social, diversidad cultural y desigualdad geográfico-territorial, proceso de modernización como propuesta, compromiso y responsabilidad de la Nueva Sociedad Civil – el nuevo poder local emergente – la fortaleza de la nueva ciudadanía plena, múltiple, expresión y manifestación de pertenencia no solamente, en tanto vigencia irrestricta de los derechos constitucionales, sino básicamente como pertenencia a una cultura, una identidad de un pueblo, una comunidad, una Nación, construyendo igualmente nuestra ciudadanía desde la pertenencia a una comunidad política; al final, como es obvio, pero en el mismo nivel de compromiso, la Empresa nacional y la corporación transnacional tiene y debe de asumir la responsabilidad social del respeto a la Consulta, la Licencia Social, así como el Estudio del impacto ambiental para lograr la Licencia Ambiental, propuestas y alternativas que deben comenzar a funcionar en el marco de Políticas nacionales del Nuevo Gobierno, camino a la transformación y los grandes cambios sociales en democracia.


Por ello y por mucho más nos sentimos ORGULLOSOS DE SER PERUANOS. Orgullosos como ciudadano Mariateguista de ser hoy parte del colectivo local y nacional de nuestro compromiso histórico en la construcción de un Perú Nuevo en un Mundo Nuevo. Tenemos fe en el futuro. SOMOS ORGULLOSOS DE SER PERUANOS. VIVA EL PERU.


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SALUDOS DESDE AREQUIPA, PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD.



VIVA EL PERU.