sábado, 28 de noviembre de 2009

Dubai aún no asusta con su amenaza de default.


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PABLO RAUL Que es el Default.

Según el diccionario, la palabra Inglesa "default" se traduce simplemente como "demora en los pagos" o "moroso".
Durante mucho tiempo hemos escuchado la expresión "los países no se funden " (o) " Los países siempre pagan sus deudas tarde o temprano".
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Hoy en Dubay están ante una perspectiva que algunos economistas llaman " default" en referencia al no pago de la deuda externa y "default Interno" en referencia a que el Estado no cumple con sus compromisos internos, en dólares y/o moneda del país, salarios, proveedores y otras diferentes obligaciones. La palabra inglesa pretende disimular la más cruda expresión castellana de "PAIS FUNDIDO."Esta claro que para entendernos todos, debemos comenzar a hablar en el mismo idioma (para poder) dimensionar exactamente los perfiles del problema tenemos. Nuestro idioma no requiere el uso de anglicismos, digamos simplemente que EL PAIS ESTA FUNDIDO, no tiene con que pagar sus deudas.
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La isla con forma de palmera ahora concentra la atención no por sus emprendimientos faraónicos, sino por la burbuja que amenaza con estallar.


Dubai aún no asusta con su amenaza de default.
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La caída en los principales mercados mundiales no se profundizó e incluso algunas plazas europeas cerraron en alza. Wall Street, que no había operado el jueves, registró un leve retroceso de 1,48 por ciento.
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La tormenta de arena perdió fuerza antes de golpear a Wall Street. El regreso a las operaciones bursátiles después del feriado del Día de Acción de Gracias en Estados Unidos no fue traumático, luego de que trascendiera el posible default de Dubai. Los principales índices globales registraron leves retrocesos. El industrial Dow Jones cedió 1,48 por ciento y el tecnológico Nasdaq otro 1,73 por ciento. Como la caída no se profundizó en los mercados que sí operaron el jueves, incluso algunas plazas europeas cerraron en alza, varios de los informes difundidos por bancos internacionales consideraron que se sobredimensionó la relevancia de la moratoria por 3500 millones de dólares que anunció el conglomerado Dubai World. Otra posición recurrente en los documentos era la advertencia sobre la posibilidad de contagio hacia distintas economías. Más allá de la magnitud del impacto y la posible epidemia, varios especialistas advirtieron que estas situaciones evidencian la, todavía presente, vulnerabilidad del sistema financiero global.

¿Qué pasó en Dubai? El poderoso conglomerado estatal Dubai World solicitó una moratoria por seis meses –hasta mayor de 2010– en el pago de sus vencimientos y anunció planes para reestructurar su deuda por 59 mil millones de dólares, alrededor del 75 por ciento de la deuda pública total del emirato árabe. En lo immediato, la medida tendrá un impacto sobre los 3500 millones de dólares en bonos que Nakheel, la subsidiaria inmobiliaria de Dubai World, debía pagar en diciembre. La reestructuración también alcanzará al Fondo de Apoyo Financiero, creado a partir de la crisis financiera internacional para “controlar” la abultada deuda en Dubai.

En un mercado reducido por el feriado en Estados Unidos, la situación alarmó el jueves a los inversores globales ante la posibilidad de default del total de la deuda pública y contagio hacia otras regiones. Así, terminó arrastrando las cotizaciones en las Bolsas europeas, que cedieron hasta un 5 por ciento. Los bancos de ese continente poseen una exposición estimada de 40 mil millones de dólares en Dubai. Los bonos públicos del emirato se desplomaron y el costo para asegurar la deuda soberana (los Credit Default Swaps) subió significativamente a niveles superiores a los de Islandia y Letonia, dos de las economías más golpeadas por la crisis.

El día después no confirmó los escenarios catastróficos, aunque puso en evidencia la persistente fragilidad del sistema financiero que se esconde en los considerables incrementos acumulados en el precio de las acciones. Ayer, en Milán, París, Londres, Madrid y Frankfurt las Bolsas cerraron con resultados levemente positivos. En Wall Street la reestructuración de deuda soberana en Dubai no tuvo un impacto significativo. En tanto, la plaza porteña subió 1,46 por ciento de la mano de los papeles energéticos (ver aparte).

Al enterarse de las noticias, las agencias calificadoras de riesgo repartieron malas notas a diestra y siniestra a sus clientes en Dubai. El jueves, las cuestionadas Moody’s y Standard & Poor’s bajaron las calificaciones de bancos y compañías en el emirato. Ayer, Fitch se sumó al comportamiento de sus compañeras y redujo la calificación de cinco instituciones financieras. Estas agencias fueron duramente criticadas durante la crisis subprime por calificar con la mejor nota los activos estructurados con hipotecas basura. Moody’s buscó diferenciarse y señaló que esta vez “ya tenía en observación negativa antes de que estallara la crisis a los bancos de la región más expuestos a Dubai World”.

El primer ministro británico, Gordon Brown, aseguró que la crisis crediticia que afronta el emirato de Dubai no pone en peligro la recuperación de la economía mundial y que no tiene las dimensiones de los problemas que ha sufrido anteriormente el mundo de las finanzas. Brown forma parte del grupo, junto con el FMI y otros líderes globales, que aseguran que lo peor de la crisis ya pasó.

Para el mandatario británico, se trata de un problema “restringido y localmente limitado”, sin embargo consultores y economistas reconocen que la sacudida generada por el extravagante emirato árabe es una llamada de atención ante la aparente estabilidad instalada en los mercados hace algunos meses. Los precios inflados de las acciones, las quiebras bancarias que no se detienen y las irregulares hojas de balance de las entidades son algunos de los puntos que remarcan esos especialistas.

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