miércoles, 9 de septiembre de 2009

CHAVIN, PIEDRA SOBRE PIEDRA. Julio C.Tello y Antonio Raimondi, nunca fueron "profetas en su tierra".

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El discurso más elocuente y que recobra actualidad proviene de Julio C. Tello (Huarochirí 1880 - Lima 1947) y Antonio Raimondi (Milán 1824 - San Pedro de Lloc 1890), que nunca fueron “profetas en su tierra”.
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La Cultura Chavín (1200 a.C. - 500 a.C.), identificada por Tello como «cultura matriz del Perú», corresponde al primer momento de unificación de las culturas de los Andes peruanos, pero más tarde se descubrió la de Caral, más antigua aún, en la costa ancashina de Barranca.
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CHAVIN, PIEDRA SOBRE PIEDRA.

Perú.viernes 4 de septiembre de 2009



Jorge Zavaleta (Desde Lima, Perú. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

La arqueología, es arte y tradición para el desarrollo. Así lo entienden algunas autoridades de Ancash - una de las regiones peruanas con más vestigios pre incas - que van demostrando la necesidad de aumentar el canon minero para ampliar y consolidar los proyectos de la cooperación internacional. El discurso más elocuente y que recobra actualidad proviene de Julio C. Tello (Huarochirí 1880 - Lima 1947) y Antonio Raimondi (Milán 1824 - San Pedro de Lloc 1890), que nunca fueron “profetas en su tierra”.

Tello, famoso médico y arqueólogo que descubrió las culturas Chavín y Paracas y creó el Museo de Arqueología Peruana, en su país natal la sociedad pretendió ignorarlo por su origen andino; y el sabio Antonio Raimondi, autor de “Perú” en 20 tomos, formó familia en Huaraz, después de dejar su Italia natal, cuando en Europa dominaba el absolutismo del poder monárquico y las revueltas populares eran perseguidas por la represión armada.

En las últimas décadas, en el Valle de Conchucos, en la vertiente oriental de la Cordillera Blanca, se aprecia una cálida transformación, a través del conocimiento del pasado. En Chavín, a 85 Km al noreste de Huaraz, con los escasos fondos públicos y de varias organizaciones académicas, principalmente italianas y peruanas, siguiendo el legado científico y moral de diversos investigadores, trabajan con las antiguas comunidades para hacer de la arqueología base del turismo y de la economía local.



La Cultura Chavín (1200 a.C. - 500 a.C.), identificada por Tello como «cultura matriz del Perú», corresponde al primer momento de unificación de las culturas de los Andes peruanos, pero más tarde se descubrió la de Caral, más antigua aún, en la costa ancashina de Barranca.

Desde hace año y medio y hasta noviembre del 2010, la italiana ARTS se propone revalorizar en las comunidades de Yacya y de Acopalca, la tradición de la alfarería y textilería, a través de financiamientos que den apoyo para crear puntos de venta, local, regional, nacional e internacional a través del comercio solidario y en tiendas de museos.

Las primeras señales se aprecian en tejidos de oveja lugareña, teñidos en vivos colores naturales. Y en cuanto a la cerámica, el Instituto Francés de Estudios Andinos y otros de la Cooperación Española, ratifican el valor etno-arqueológico de las materias primas como el “shashal”, un temperante (carbón) de piedra pizarra molida, agregado a una tierra arcillosa amarilla, que es muy bien aprovechado por los pueblos vecinos de San Luis-Chacas. (El porcentaje de carbón determina si se trata de lutita negra, antracita o grafito)

En Ancash, la cooperación puede mostrar logros ya conocidos como el de la Fundación Mato Grosso, que ha transformado el pueblo de Chacas
y distritos vecinos, en una tierra de diestros talladores de madera, cuyos motivos religiosos y utilitarios, se encuentran en exclusivos centros comerciales. Chacas, que en el pasado fue importante ruta de acceso a la Amazonía, tiene, además, un museo de sitio, escuelas técnicas de arqueología y de guías de turismo, un moderno hospital y una cadena de albergues para los audaces andinistas.



Esa lección quiere ser emulada por ARTS, facilitando personal calificado para organizar cooperativas, rehabilitar trochas y caminos para acceder a las fuentes de las materias primas. Pero más que dinero se aprecia la mística de los jóvenes cooperantes, convocados por “Circolo Amerindiano, Instituto Italo-Latinoamericano, Museo del Castello Sforzesco de Milán, Università di Bologna, cancillería romana, Instituto Italiano de Cultura de Lima, Municipalidad Provincial de Huari y los Consejos de Comunidad San Bartolomé de Acopalca y San Juan de Yacya.



Precisamente, el municipio de Huari, al constatar la trascendencia de los proyectos, considera que la minería debería conceder porcentajes más altos en el canon, que en la actualidad ese gravamen es demasiado pequeño, y se ha reducido aún más con la brusca baja de precios de los metales.

Huari ofrece al turista sus costumbres y tradiciones, a partir de la Ciudadela de Chavín de Huántar, de Marka Jirka y los pueblos rodeados de lagunas, cataratas, quebradas y nevados. El elocuente testimonio viene de los encuentros de escritores y poetas de Ancash, Huánuco y Ucayali, ferias agropecuarias, academias de guitarra, modernización de colegios y el fondo editorial municipal, que respaldan el proyecto de integración interoceánica con Brasil.

La cooperación internacional, entendida como fusión del trabajo entre familias campesinas y las misiones técnicas, está rompiendo tabúes y prejuicios sobre la vibrante cultura andina, y poniendo a la luz de la opinión pública la necesidad de una urgente profunda reforma del Instituto Nacional de Cultura y otras entidades del Estado para impulsar la regionalización, la descentralización política, económica y social del Perú, porque hay mucha tarea por hacer.
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