martes, 9 de junio de 2009

PABLO RAUL FERNANDEZ LLERENA. Arequipa: Académico "UNSA", presenta nuevo Libro sobre Globalización Neoliberal..

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El capital financiero, además de estos mecanismos “legales” destinados a obtener una tajada cada vez mayor de los valores creados en la esfera productiva, se apropia directamente de los bienes de los trabajadores, jubilados y pequeños ahorristas, cometiendo verdaderas estafas.
"Los escándalos han traicionado al pueblo americano. Los inversores han perdido su dinero, los jubilados su seguridad y los trabajadores sus empleos. La práctica de negocios deshonestos equivale a robo y fraude...”.


“La Globalización: es la agonía sin fin de la esperanza”

ACADEMICO AGUSTINO : PABLO RAUL FERNANDEZ LLERENA, PRESENTA UN NUEVO LIBRO, Titulado:
"LA GLOBALIZACION NEOLIBERAL. HISTORIA, CRECIMIENTO Y CRISIS.
Un enfoque multidimensional".

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DEDICATORIA.

A mis hijos, hijos (as) de mis hermanos y hermanas. Mis sobrinos por línea paterna y materna. Generación 80’. A mi nieto y nietos sobrinos, Generación Nuevo Milenio. A todos ellos en el nombre de JOAQUIN RAUL, mi nieto, entrego este nuevo libro, porque ellos representan la esperanza, la fortaleza y la dignidad de un mundo nuevo, de una patria para todos y todas, de un PERU NUEVO EN UN MUNDO NUEVO.

“Con el cariño de siempre”.

Pablo Raúl.

Con el nombre de proletariado perdura el esclavo.

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Mediante la explotación del mercado mundial, la burguesía ha dado un carácter cosmopolita a la producción y al consumo de todos los países. Con gran sentimiento de los reaccionarios, ha quitado a la industria su base nacional.

C. Marx y F. Engels. 1848.

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Hace más de un siglo y medio, Carlos Marx provocó al mundo burgués con célebres palabras: «Un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo». Ayer y hoy es otra la frase que está en boca de los líderes políticos, gerentes de empresas, el mundo cultural y político de Davos: «Un fantasma recorre el mundo: la globalización, la tierra prometida ». Hoy en cambio en el centro de sus afirmaciones y discursos de los ciudadanos, trabajadores, sindicalistas, la izquierda marxista, incluso los anti-globalización “Otro Mundo si es posible”, está en el corazón del explotado, “con el cariño de siempre”: ¡! Un fantasma recorre el mundo, - pero es un fantasma de carne y hueso, que sabe vivir con dignidad – es el obrero, el trabajador, despedido. Este es el fantasma de la desocupación globalizada y la desconfianza institucionalizada ¡¡. Pablo Raúl.

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Es nuestra obligación desde la Sociedad Civil Mundial, emergente, plural, popular y democrática, como pertenencia a una cultura e identidad, abriendo nuevos caminos participativos de comunicación intercultural, forjando nuevos líderes asertivos y humanistas, tener confianza, construir social y culturalmente, - proceso, nunca terminado y siempre renovado - “ una nueva ciudadanía planetaria” para contener la suprema orgía de autodestrucción.
Pablo Raúl.

“ Los tiempos están cambiando y en la mayor parte de Latinoamérica tenemos esfuerzos promisorios para lograr límites estructurales a los cambios. Por primera vez, después de la conquista de los europeos, Suramérica está comenzando a tomar su propio destino en sus propias manos”, N. Chomsky.

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CRISIS DE LA ECONOMIA MUNDIAL

“ Las corporaciones tienen como objetivo último, intentar alejar lo público de la toma de decisiones, sobre aquello que pertenece a su misma esencia, limitar los campos de discusión pública, controlar la opinión, asurarse de que las decisiones fundamentales que determinan como va a funcionar el mundo – lo cual incluye la producción, el consumo, la distribución, el pensamiento, la política social, la política exterior, todo – no estén en manos públicas, sino, más bien, en manos de un altamente concentrado poder privado”.

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Nació a finales de los 70’ producto de una sola crisis: económico, social y política. Se fortaleció con finanzas especulativas, en los 80’ en el centro de una crisis básicamente Política, hasta la “Caída del Muro de Berlín”. Creció sin control alguno en los 90’ en el contexto del Consenso de Washington – el evangelio universal neoliberal – escenario con profundas y extensas turbulencias culturales.

Se transformó en un simple “juego de casino” salvaje hasta el 2000. El nuevo milenio, es “la caja de depósitos” de miles de millones de dólares provenientes del mundo entero ante las crisis regionales, confían su economía a la Gran Reserva Federal; sin embargo, viene parte del “Palacio de Cristal y la Tierra prometida” porque el 11 de septiembre del terror mundial, la crisis del Internet, la invasión y destrucción de Irak, la insurgencia de la “nueva Sociedad Civil Mundial”. Su gran poder fáctico transnacional, lo obliga a construir burbujas múltiples sin regulación hasta el 2006.

Turbulencias políticas en torno a las migraciones transcontinentales, la mundialización en cero de los derechos laborales y sociales; la amplitud, profundidad y complejidad de la comunicación intercultural; la economía criminal y el fortalecimiento de los Paraísos Fiscales, crisis del agua, contaminación del medio ambiente, crisis en torno a la defensa y protección de los derechos humanos y el Tribunal Internacional de Roma.

“Recupera” su crisis estructural e histórica e inicia su desmoronamiento final como triple crisis: crisis económica global multidimensional. ( Acumulación de sobre producción, explosión múltiple de burbujas y perdida absoluta de confianza en el modelo liberal financiero-especulativo ); crisis ambiental planetaria producto del cambio climático global y crisis sanitaria mundial, la naturaleza nos comienza a cobrar con fuertes intereses la factura de la destrucción humana, y en el 2008, ingresa en su recta final como modelo de capitalismo salvaje, con dirección hacia el cementerio Wall Strett, donde esta listo el sarcófago del capitalismo financiero-especulativo, capital ficticio, capital inexistente, capital parasitario, capital “golondrino”. Asistamos a su entierro.

Pero después que vendrá? . Sin duda alguna ahora ya tiene puesta su puntería en otra dirección tan rentable como la anterior, acumulación del capital monopólico transnacional:

*- Privatización de los Servicios públicos – educación, salud, seguridad ciudadana, transporte, pensiones, seguridad social -

*- Su obsesión, se dirige aún más allá, en el mundo rural, apropiarse de la tierra y agua en grandes extensiones y

*- En los territorios del “mundo amazónico” tierra, agua, bosques, biodiversidad – revelado a raíz de la crisis global, como un enorme Banco de recursos genéticos, que son la materia prima de los grandes consorcios de las Industrias Farmaceuticas y de Alimentos, cuyo valor económico supera, ya el de los consorcios petroleros - energía, plantas medicinales, conocimientos tradicionales, sabiduría popular, constituyen el reservorio histórico y viviente de su cultura e identidad.

Ahora los especuladores transnacionales, tienen todo a su disposición con la complicidad de nuestros gobiernos democráticos y la mirada cómplice, dividida e irresponsable de toda la sociedad civil, la ciudadanía del mundo moderno de la “gran ciudad” en el nuevo milenio.

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Uno de los rasgos sorprendentes de la vida política moderna es la manera en que las elites globales niegan consistentemente las alternativas viables al orden global existente, incluso a medida que cambia el terreno de la política internacional. Los “globalistas imperiales” que llegaron al poder en los años de Bush aseguran que sin el poderío militar norteamericano proyectado decisivamente al exterior las fuerzas del mal arrasarían al mundo. Mientras tanto, los “globalistas corporativos” de Wall Street persisten en su creencia de que en el mundo posterior a la Guerra Fría no tenemos más opción que aceptar el continuo avance del mercado “libre”.

En el período pre-monopolista del sistema capitalista, se distinguían tres procesos relativamente autónomos:

a.- el proceso de producción;
b.- el proceso de circulación y
c.- el proceso de realización de la producción, regidos cada uno por sus propios capitales: el capital industrial, el capital comercial y el capital bancario, los dos últimos obteniendo su parte de beneficios de la plusvalía extraída a los trabajadores en el proceso de producción.

Pero con el surgimiento del capitalismo monopolista a fines del siglo XIX y comienzos del XX, que se consolida en la segunda mitad del siglo XX con la llamada revolución científica y técnica (electrónica, informática, finales de los 70’) se producen dos hechos fundamentales en la economía mundial:

*- el papel hegemónico que asume el capital financiero en el sistema capitalista y
*- la desaparición de la competencia como mecanismo autorregulador (o relativamente autorregulador) del mercado.

La sociedad por su múltiple complejidad – supera lo multinacional – y se transforma en transnacional, por el peso del capital monopólico, pasan a ser las estructuras básicas del actual sistema económico-financiero-especulativo mundial y sustituyen al mercado como método de organización de la economía internacional. Sin que por ello deje de existir la competencia – presentada ahora por la Biblia neoliberal como competitividad - entre las grandes corporaciones, que suele ser encarnizada y sin cuartel.

La relación económica – sustituyó y dominó a la política - en la sociedad transnacional, representa la combinación de una guerra implacable por el control de mercados o zonas de influencia, absorciones o adquisiciones forzadas o consentidas, fusiones o ententes y el intento permanente pero nunca logrado de establecer reglas privadas y voluntarias de juego limpio entre ellas. Porque la verdadera ley suprema de relación en la sociedad transnacional es "devorar o ser devorados". Presente, maquiavélicamente disfrazados los “nuevos buitres” planetarios.

De modo que cuando actualmente se oye hablar del mercado y de que "el funcionamiento de la economía debe quedar librado a las fuerzas del mercado" debe entenderse que el funcionamiento de la economía (y de la sociedad en general) debe quedar sometido a la estrategia decidida por el capital monopólico transnacional, cuyo objetivo básico es maximizar sus beneficios, apropiándose por cualquier medio del fruto del trabajo, de los ahorros y de los conocimientos tradicionales y científicos de la sociedad humana.

El proceso de constitución del capital monopólico es el resultado de la concentración y acumulación del capital, que dio lugar a la formación de grandes oligopolios y monopolios cuya base financiera se consolidó desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX con la fusión del capital industrial y el capital bancario. Los grandes monopolios transnacionales también consolidaron su base financiera constituyéndose como sociedades anónimas, que absorbieron el ahorro popular a través de la emisión de acciones (participaciones en el capital y en los beneficios -o pérdidas- de la empresa) y obligaciones (título de crédito contra la empresa que además devenga un interés).

Pero sobre el fondo de una tendencia permanente, y a ritmo cada vez más acelerado, de concentración y acumulación del capital a escala mundial, la preeminencia del capital financiero-especulativo, es actualmente el rasgo dominante del sistema.

Esta preeminencia del capital financiero-especulativo sobre el capital productivo es el resultado de un cambio profundo de la economía mundial a partir de finales de los 70’, momento que marca el fin del Estado de bienestar, caracterizado por la producción en masa y el consumo de masas, impulsado este último por el aumento tendencial del salario real, derechos laborales y sindicales, por la generalización de la seguridad social, el subsidio al desempleo y los derechos a la jubilación. Los economistas llaman el modelo económico “fordista”, los sociólogos y politólogos, como el “Estado de Bienestar” es uno de los grandes logros de la civilización europea, es una de las grandes contribuciones de Europa al mundo”, todo de inspiración keynesiana.

El agotamiento del modelo del Estado de bienestar obedeció a varios factores, económico, sociales, políticos y culturales entre ellos:

*- Llegó a su término la reconstrucción de posguerra, que sirvió de motor a la expansión económica,
*- El consumo de masas tendió a estancarse o a disminuir lo mismo que los beneficios empresarios,
*- A raíz, que el modelo no tenía más opción de “estirar” sus beneficios al “Poder Sindical de los Trabajadores” y ante el Poder de los Empresarios de los “30 años de Oro del Capitalismo”. ¿ Se agotó?, ¿ fue su crisis final?, etc .

*- También incidió el “shock” petrolero de comienzos de los 70’.
*- La situación de la convertibilidad del dólar a nivel mundial. y la paridad establecida en relación con el oro o con el dólar de los Estados Unidos.

*- Políticamente los grandes aportes – aún en ese contexto histórico no comprendido - dejado como herencia cultural y política a la humanidad, la Revolución Juvenil, Francia Mayo 68 y el poderoso cuestionamiento a la pasividad social, el reformismo sindical y su proceso de ”aburguesamiento” de la “vieja” clase obrera.
*- El aporte político de los movimientos de Liberación Nacional y el fin del neocolonialismo en el mundo.
*- La importancia y trascendencia que aportó al socialismo mundial la “Revolución Cultural” china y el compromiso de los Intelectuales “orgánicos”.
*- El surgimiento de los “Nuevos” Movimientos Sociales en la Europa Occidental – ambientalistas y ecologistas, derechos humanos, feministas, pacifistas, gays y lesbianas, contra-culturalistas, derechos de los niños, movimiento en defensa de los consumidores y el Movimiento Ciudadano en la España “franquista” –

En Norteamérica – derechos civiles, – el movimiento negro, el “poder” negro, hippies, movimiento juvenil contra la guerra en Vietnam, derechos humanos, pacifistas, contra-culturalistas. Ecologistas, feministas, etc. Y el proceso de construcción social y cultural – la complejidad en el escenario de la “crisis de la modernidad” - de la “nueva”, emergente, democrática y plural Sociedad Civil.

En el escenario de finales de la década de los 70’, emergía con fuerza, “dos grandes revoluciones”: la revolución tecnológica y la revolución de la comunicación electrónica y con la finalidad de dar un nuevo impulso a la economía capitalista y revertir la tendencia decreciente de la tasa de beneficios a los propietarios, se hizo necesario incorporar la nueva tecnología - robótica, electrónica, informática - a la industria y a los servicios y eso requirió grandes inversiones de capital.

Alguien tenía que pagar la factura y comienza entonces la época de la austeridad y de los sacrificios:

*- congelación de los salarios,
*- deterioro de las condiciones de trabajo y
*- aumento de la desocupación - que acompañaron a la reconversión industrial.

Al mismo tiempo, la revolución tecnológica en los países más desarrollados impulsó el crecimiento del sector servicios y se produjo el desplazamiento de una parte de la industria tradicional a los países periféricos, donde los salarios eran –y son- mucho más bajos.

En esas condiciones toma cuerpo la llamada “mundialización neoliberal”, o “globalización neoliberal”: el pasaje de un sistema de economías nacionales a una economía dominada por tres centros mundiales: Estados Unidos, Europa y Japón y un grupo constituido por los que se llamaron los "cuatro tigres de Asia": Corea del Sur, Taiwan, Hong Kong y Singapur. Después se produjo el ingreso impetuoso de China y, en cierta medida de India, en los primeros rangos de la economía mundial. Sobre todo a partir del proceso global de la “Deslocalización Empresarial”Con la incorporación de las nuevas tecnologías aumentó enormemente la productividad del trabajo, es decir que con la misma cantidad de trabajo humano la producción de bienes y servicios pasó a ser mucho mayor.

Se presentan entonces dos posibilidades:

1.*- O se
estimulaba el consumo masivo de los bienes tradicionales y de los nuevos bienes a escala planetaria con una política salarial expansiva, una política social al estilo del Estado de bienestar, se reducía la jornada de trabajo en función del aumento de la productividad para tender a una situación de pleno empleo y se reconocían precios internacionales equitativos a las materias primas y productos de los países pobres

2.*- O se tendía a mantener y a aumentar los márgenes de beneficio conservando bajos los salarios, incrementando la jornada laboral y la intensidad en el trabajo y se mantenían bajos los precios de los productos de del Tercer Mundo.

La primera alternativa hubiera sido factible en un sistema de economías nacionales, en las que la producción y el consumo se realiza fundamentalmente dentro del territorio y es posible forjar el pacto social entre los capitalistas y los asalariados en tanto “ciudadanos consumidores”. Pero en el nuevo sistema global la producción se destina a un mercado mundial de "clientes solventes" y no interesa, ya el poder adquisitivo de la población del lugar de producción.

En las condiciones de la globalización acelerada, los dueños del poder económico y político a escala mundial con su visión de "economía-mundo" y de "mercado global" apostaron a la segunda alternativa.

Predominó entonces un ritmo lento de crecimiento económico, a causa de que un mercado relativamente estrecho imponía límites a la producción y surgió el fenómeno de grandes masas de capitales ociosos - incluidos los petrodólares -, puesto que no podían ser invertidos productivamente. Pero para los dueños de dichos capitales - personas, bancos, instituciones financieras, aseguradoras - no era concebible dejarlos olvidados, no darles importancia, sin hacerlos fructificar.

Es así como el papel tradicional de las finanzas al servicio de la economía, interviniendo en el proceso de producción y del consumo - créditos, préstamos, etc.- quedó relegado por el nuevo papel del capital financiero-especulativo: producir beneficios sin participar en el proceso productivo.

Esto se fue concretando de varias maneras:

*- Mediante
la compra de acciones de empresas industriales, comerciales y de servicios por parte de los gestores de fondos de pensiones, de las compañías de seguros, de los organismos de inversión colectiva y de los fondos de inversión.

*- A través de la compra directa de empresas por los fondos de inversión, que las conservan si son muy rentables o por razones estratégicas o las “sanean” despidiendo personal y luego las venden con un margen de ganancia considerable. Ventas: “operaciones con efecto de palanca”, que consiste en financiar la compra con una parte de capital propio - 30% - y otra parte - el 70% restante - con préstamos bancarios, garantizados con el patrimonio de la empresa adquirida.

Poderosos grupos financieros pasan así a intervenir en las decisiones de política de las empresas con el objeto de que su inversión produzca la alta renta esperada, imponiéndoles estrategias a corto plazo, cuyo eje principal es la reducción del personal y la degradación de las condiciones de trabajo, en materia de salarios, de intensidad del trabajo y de incremento de la jornada laboral. Pero además los inversores financieros que participan en actividades productivas exigen una renta anor-malmente elevada y la logran mediante una repartición inequitativa de los beneficios con el capital productivo, en total desventaja para este último.

*- Otra manera en que crece el papel del capital financiero especulativo es que las mismas empresas industriales, comerciales y de servicios invierten parte de sus beneficios en diversos títulos y papeles financieros especulativos, en lugar de hacerlo en la producción. De modo que a través de la intensificación de la explotación del trabajo humano el capital transnacional - y sobre todo el capital financiero parasitario -mantuvo y mantiene una alta tasa de beneficios a pesar del crecimiento económico lento y de la existencia de un mercado restringido.

Entonces surgió la ilusión y hasta se teorizó acerca de que el dinero y los productos financieros, circulando en los mercados, son por sí mismos creadores de valor. Sin embargo, lo cierto es que el dinero y los productos financieros no crean valor sino que representan un valor. Esa supuesta creación de valor y generación de beneficios por el dinero y los productos financieros no es otra cosa que la apropiación del valor creado por el trabajo humano en el proceso productivo de la economía real.

Obviamente, si partimos del supuesto de que el dinero y los productos financieros circulando en los mercados crean valor, para enriquecerse no hay otra cosa que hacer que crear productos financieros o adquirir los ya existentes y hacer que se reproduzcan mediante adecuadas operaciones especulativas.

La consecuencia de esto ha sido la autonomización e “inflación” de productos financieros, las llamadas burbujas financieras. Además de los productos financieros tradicionales -acciones y obligaciones - se han creado muchos otros.

*- Entre ellos los productos financieros derivados, que son papeles cuyo valor depende o "deriva" de un activo subyacente y que se colocan con fines especulativos en los mercados financieros.

*- Los activos subyacentes pueden ser un bien, materias primas y alimentos: petróleo, cobre, maíz, soja, etc., un activo financiero, una moneda o incluso una canasta de activos financieros. Así los precios de materias primas y de alimentos esenciales ya no dependen sólo de la oferta y la demanda sino de la cotización de esos papeles especulativos y de ese modo los alimentos aumentan de manera gigantesca en perjuicio de la población y en beneficio de los especuladores.

El ejemplo más conocido, cuando se anuncia que se debe fabricar bio-combustibles, los especuladores “anticipan” que el precio de los productos agrícolas, tradicionalmente destinados a la alimentación, aumentará y entonces el papel financiero -producto derivado- que los representa se cotiza más alto, lo que repercute en el precio real que paga el consumidor por los alimentos.

Las inversiones en productos financieros implican diversos niveles de riesgo. Con la esperanza de cubrir dichos riesgos se han inventado una compleja serie de productos financieros que inflan cada vez más la burbuja y la alejan aun más de la economía real, economía expresada en el trabajo, calidad de los salarios y niveles sociales de la familia.

El desarrollo de los flujos de capitales internacionales, impulsado por la desregulación casi general de los mercados financieros, política neoliberal hizo de los 80’ el decenio de la globalización financiera-especulativa. Primero, las operaciones financieras, cuyo volumen estaba ya desconectado del contenido de las transacciones en bienes y servicios, se hicieron autónomas, es decir movidas no por la lógica de las transacciones corrientes sino por la de los movimientos de capitales. La esfera financiera basó su desarrollo sobre ella misma a partir de la búsqueda de un beneficio surgido de la variación de los precios. Segundo el carácter especulativo de esta lógica de crecimiento permite hablar del surgimiento de una economía internacional de la especulación.

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